El trastorno disfórico premenstrual es un trastorno del estado de ánimo que ocurre durante la fase premenstrual del ciclo menstrual. Si bien son similares a los del síndrome premenstrual (SPM), los síntomas del TDPM son mucho más graves y pueden provocar cambios de humor extremos que pueden alterar la vida y el funcionamiento diarios.
Las investigaciones indican que las mujeres con trastorno disfórico premenstrual pueden tener alteraciones en los genes que influyen en la forma en que el cuerpo procesa el estrés y las hormonas sexuales. Estas diferencias significan que las mujeres con TDPM tienen una mayor sensibilidad a las hormonas que influyen tanto en el estado de ánimo como en el bienestar general.
Si bien el síndrome premenstrual puede tener un impacto en la vida y el funcionamiento de una mujer, no está clasificado como un trastorno y, por lo general, los síntomas pueden autocontrolarse. El trastorno disfórico premenstrual se clasifica como un trastorno mental por la Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 5ª edición (DSM-5).
La irritabilidad premenstrual y el síndrome premenstrual son bastante comunes, pero aproximadamente del 3% al 8% de todas las mujeres que menstrúan experimentarán síntomas de TDPM.
Síntomas
Algunos de los principales síntomas del TDPM incluyen:
- Cambios de humor severos
- Síntomas físicos que incluyen sensibilidad en los senos, hinchazón y dolores de cabeza.
- sentimientos de tristeza
- Irritabilidad e ira que se dirige hacia los demás.
- Falta de interés en las actividades.
- Falta de energía y fatiga.
- Trastornos del sueño
- Antojos y atracones de comida
- Problemas para concentrarse o pensar
Los síntomas comienzan durante la fase lútea, o después de la ovulación, y terminan poco después de que comienza la menstruación.
Causas
Están surgiendo investigaciones sobre las causas y los tratamientos del TDPM, pero la evidencia ha demostrado que la condición está fuertemente influenciada por una sensibilidad genética a las hormonas sexuales. Si bien se cree que el TDPM tiene causas biológicas, La investigación ha mostrado que las variables ambientales, como el estrés percibido, también pueden aumentar el riesgo y la gravedad de la afección.
Se estima que la afección es hereditaria en un 50 %.
Investigación sugiere que el TDPM puede estar relacionado con alteraciones en las respuestas celulares implicadas en el metabolismo de los estrógenos y la progesterona.
Diagnóstico
El diagnóstico del trastorno disfórico premenstrual generalmente comienza cuando su médico toma un historial de salud y realiza un examen físico. En la mayoría de los casos, deberá mantener un calendario para llevar un registro de sus síntomas durante al menos dos ciclos menstruales.
Para ser diagnosticadas con TDPM, las mujeres deben experimentar al menos cinco síntomas en dos dominios, uno relacionado con el estado de ánimo y el otro con síntomas físicos. Las mujeres deben experimentar estos síntomas durante la fase premenstrual y la mayoría de los síntomas deben estar ausentes dentro de la semana siguiente a la menstruación. Estos síntomas también deben interferir con el funcionamiento en el trabajo, la escuela, las relaciones y otras áreas importantes de la vida y no deben estar relacionados con una afección existente ni ser causados por el uso de sustancias.
Tratamiento
Los tratamientos para el TDPM se centran en minimizar y controlar los síntomas de la afección. Algunas de las opciones de tratamiento incluyen:
- Antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), han sido mostrados ser eficaz para tratar los síntomas del TDPM
- Control de la natalidad
- Adaptaciones del estilo de vida, incluidos cambios en la dieta, el ejercicio y las técnicas de manejo del estrés.
- Medicamentos para tratar los síntomas físicos, incluidos los diuréticos para la retención de líquidos y los medicamentos antiinflamatorios para el dolor.
- Cambios en los productos menstruales, particularmente si estos tienden a causar molestias o irritación.
En 2010, la FDA aprobó una píldora anticonceptiva (vendida bajo la marca Beyaz) para tratar el TDPM. Este anticonceptivo oral contiene una combinación de drospirenona y etinilestradiol que puede ayudar a aliviar los síntomas de esta afección, pero debe hablar con su médico para determinar si esta opción es adecuada para usted.
La terapia cognitivo-conductual (TCC) también se puede usar sola o junto con otros tratamientos.
Albardilla
Los cambios de humor y los síntomas físicos del TDPM pueden dificultar el manejo de la vida diaria y las relaciones. Es posible que te sientas irritable, deprimido y enojado, lo que puede conducir a descargar esos sentimientos en las personas que te rodean. Además de recibir tratamiento de un profesional médico, existen medidas de cuidado personal que puede seguir para ayudar a controlar los síntomas de esta afección.
- Los tratamientos naturales como la meditación, el ejercicio regular y el yoga pueden ser efectivos para ayudar a controlar el estrés. Tales prácticas también pueden ayudarlo a sobrellevar los síntomas de ansiedad y depresión.
- Debe tener cuidado y hablar con su médico antes de intentar usar cualquier remedio a base de hierbas para aliviar sus síntomas. Algunos suplementos a base de hierbas, como la hierba de San Juan, pueden tener reacciones adversas cuando se toman con otros medicamentos.
- Descansar lo suficiente y comer una dieta saludable también puede ayudar. Evitar los alimentos con alto contenido de sal puede ayudar a prevenir la hinchazón y la retención de líquidos. Minimice el consumo de azúcar y carbohidratos simples para evitar fluctuaciones en los niveles de azúcar en la sangre. Concéntrese en comer carbohidratos complejos, obtener mucha fibra y proteínas y beber suficientes líquidos.
Un estudio también encontró que la acupuntura puede ser un tratamiento prometedor para reducir los síntomas asociados con el TDPM, pero se necesita más investigación.
Una palabra de Psyathome
Las estrategias de afrontamiento pueden ser útiles, pero debe comunicarse con su proveedor de atención médica si sus síntomas no mejoran con el autotratamiento o si sus síntomas interfieren con su funcionamiento diario, incluido su bienestar mental, sus relaciones o su trabajo.