La dementofobia es un tipo de fobia que implica el miedo a la locura o la locura. Las personas que tienen este miedo temen volverse locas o perder el contacto con la realidad. El miedo puede ser desencadenado por antecedentes familiares de enfermedad mental o períodos de estrés severo.
Enfermedad mental y estigmatización
La enfermedad mental se ha asociado durante mucho tiempo con el encierro, los tratamientos dolorosos y el estigma social. En varios momentos de la historia, se pensó que las personas con una enfermedad mental estaban poseídas por espíritus malignos.
Hace relativamente poco tiempo que el establecimiento médico y el público en general comenzaron a reconocer la enfermedad mental como una condición médica tratable.
Si tiene parientes mayores que pasaron por los asilos de principios o mediados del siglo XX, es posible que tenga miedo de someterse al mismo tratamiento. También puede tener miedo a la estigmatización social.
Algunos síntomas de enfermedades mentales pueden causar tics, arrebatos vocales y conductas socialmente inapropiadas. Si bien la estigmatización no es tan común como antes, existe. Es posible que tema perder amigos y familiares o sentirse avergonzado frente a extraños debido a una enfermedad mental.
Síntomas comunes
Las personas con fobia a volverse loco a menudo presentan los siguientes síntomas:
- Ansiedad
- disnea
- Mareo
- Sudoración excesiva
- Sensación de desmayo
- dolores de cabeza
- Palpitaciones del corazón
- Náusea
- Ataques de pánico
- Retiro social
Factores relacionados con la ansiedad
La despersonalización y la desrealización son cambios subjetivos en la percepción. Son extremadamente comunes durante los ataques de pánico y momentos de estrés intenso, pero pueden crear una sensación de desconexión con el cuerpo y con el resto del mundo. Esto puede conducir a la sensación de que te estás volviendo loco, creando un ciclo de auto-reforzamiento.
La fobia a volverse loco puede provocar ataques de pánico, lo que también puede aumentar aún más la convicción de que, de hecho, te estás volviendo loco. La terapia puede ser necesaria para ayudar a romper este ciclo.
Las investigaciones muestran que aquellos que tienen un pariente con una enfermedad mental tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad similar. El conocimiento de que tiene un riesgo algo mayor de desarrollar una enfermedad mental puede aumentar aún más el miedo.
Obteniendo ayuda
Las fobias a menudo se tratan con una combinación de medicamentos y terapia. Los terapeutas generalmente recurren a una variedad de técnicas cognitivo-conductuales y de otro tipo para ayudar a los pacientes a desafiar sus creencias y, en última instancia, a desarrollar formas más saludables de pensar y actuar.
La psicoeducación, en la que se aprende más sobre enfermedades mentales específicas, suele ser útil. Su terapeuta también puede trabajar con usted para explorar el significado que su miedo tiene para usted. El objetivo del tratamiento generalmente es ayudarlo a comprender mejor los factores complejos involucrados en su miedo para minimizar el impacto que tiene en su vida.