El término «desencadenado» se refiere a la experiencia de tener una reacción emocional a un tema perturbador (como la violencia o la mención del suicidio) en los medios o en un entorno social. Sin embargo, hay una diferencia entre ser provocado y sentirse incómodo.
Sentirse desencadenado no se trata solo de que algo te moleste. Para alguien con antecedentes de trauma, estar cerca de cualquier cosa que le recuerde una experiencia traumática puede hacerle sentir que está experimentando el trauma nuevamente.
Algunas personas afrontan eventos estresantes con más facilidad que otras; Considere el impacto que tales eventos podrían tener en las personas con enfermedades mentales.
Condiciones de salud mental afectadas por desencadenantes
Aunque se usa comúnmente para referirse a las experiencias de las personas con trastorno de estrés postraumático (TEPT), el término «desencadenante» también se puede usar en el contexto de otras enfermedades de salud mental. Esto incluye trastornos por uso de sustancias, trastornos alimentarios y ansiedad.
En estos casos, un desencadenante es cualquier cosa que provoque un aumento o una reaparición de los síntomas. Por ejemplo, una persona que se está recuperando de un trastorno por uso de sustancias puede desencadenarse al ver a alguien usando la droga de su elección. La experiencia puede causar que regresen los antojos e incluso una recaída.
Tipos de disparadores
Los desencadenantes varían mucho de una persona a otra y pueden ser internos o externos. Los siguientes son ejemplos de eventos que podrían considerarse desencadenantes.
Disparadores internos
Un desencadenante interno proviene del interior de la persona. Puede ser un recuerdo, una sensación física o una emoción.
Por ejemplo, si está haciendo ejercicio y su corazón comienza a latir con fuerza, la sensación puede recordarle una vez que estaba huyendo de una pareja abusiva. Otros desencadenantes internos comunes incluyen:
- Enojo
- Ansiedad
- Sentirse abrumado, vulnerable, abandonado o fuera de control
- Soledad
- Tension muscular
- Recuerdos ligados a un evento traumático
- Dolor
- Tristeza
Disparadores externos
Los desencadenantes externos provienen del entorno de la persona. Pueden ser una persona, un lugar o una situación específica. Lo que puede ser una situación cotidiana normal o un inconveniente menor para algunos puede ser un desencadenante para alguien que vive con una enfermedad mental.
Por ejemplo, una persona que vive con un trauma puede ser provocada por:
- Una película, un programa de televisión o un artículo de noticias que les recuerde la experiencia.
- Una persona conectada a la experiencia.
- Discutir con un amigo, cónyuge o pareja
- Una hora específica del día
- Ciertos sonidos que les recuerdan la experiencia.
- Cambios en las relaciones o terminación de una relación
- Fechas significativas como vacaciones o aniversarios.
- Ir a un lugar específico que les recuerde la experiencia.
- Olores asociados con la experiencia, como humo.
Cómo se forman los disparadores
Los profesionales de la salud mental aún no saben con precisión cómo se forman los desencadenantes. Algunos investigadores creen que el cerebro almacena recuerdos de un evento traumático de manera diferente a los recuerdos de un evento no traumático.
Cuando se activa, el cerebro puede interpretar eventos traumáticos pasados como actuales. Esto hace que el cuerpo experimente síntomas como lo hizo en respuesta al trauma original (como la respuesta de lucha o huida).
Un desencadenante puede provocar una reacción emocional antes de que una persona se dé cuenta de por qué se ha enfadado. A menudo, los desencadenantes tienen una fuerte conexión sensorial (una vista, un sonido, un gusto o un olor) o están vinculados de alguna manera a un hábito profundamente arraigado. Por ejemplo, una persona que se está recuperando de un trastorno por consumo de alcohol puede asociar una actividad en particular con la bebida.
Algunos se refieren a esto como «acoplamiento traumático», en el que un desencadenante está conectado a una experiencia traumática, lo que hace que la reviva junto con los síntomas asociados.
¿Son útiles las advertencias de activación?
Si las advertencias de activación son útiles o perjudiciales es un tema de debate. Esta pregunta es particularmente relevante en las aulas universitarias. Algunos usan advertencias desencadenantes para dar a los estudiantes tiempo para prepararse física o mentalmente para un tema potencialmente angustioso, como la violencia física o sexual. Las advertencias de activación también se utilizan en otros entornos, como en los medios.
Ventajas
Los defensores de las advertencias de desencadenantes dicen que le dan a la persona la oportunidad de prepararse para el desencadenante potencial o incluso evitarlo. Dado que un factor desencadenante tiende a ser más angustioso si se presenta como una sorpresa, una advertencia puede ayudar a que alguien con TEPT u otra afección de salud mental se sienta segura.
Desventajas
Otros dicen que las advertencias desencadenantes pueden reforzar los comportamientos de evitación, lo que podría solo exacerbar el TEPT a largo plazo. En cambio, argumentan que las emociones que surgen de los desencadenantes deben tratarse adecuadamente en la terapia, particularmente si los sentimientos y los comportamientos resultantes interfieren con la vida diaria.
Estas advertencias también pueden causar confusión sobre el verdadero significado de ser activados, lo que podría contribuir a una percepción negativa y dañina de que las personas con trastorno de estrés postraumático (TEPT) u otras afecciones son frágiles y demasiado sensibles.
Cómo hacer frente a los desencadenantes
A veces, tratar de evitar una situación desencadenante es razonable. Sin embargo, si la evitación dificulta su capacidad para funcionar, debe buscar ayuda.
Aprender a hacer frente a los desencadenantes que no puede anticipar o evitar requiere un procesamiento emocional, que suele ser ayudado por la terapia. Las siguientes son algunas estrategias de afrontamiento efectivas y saludables para disminuir el impacto de los desencadenantes:
Empodérate preparándote para hacer frente a los factores desencadenantes. Aprenda a reconocer los signos físicos de reaccionar a un desencadenante, como cambios en su respiración, para que pueda emplear estrategias para calmarse y cambiar su estado emocional.
Su objetivo final debe ser separarse del desencadenante, volverse a centrar y centrarse en su estrategia de afrontamiento.
Una palabra de Psyathome
Si regularmente se siente desencadenado e incapaz de hacer frente a situaciones o sentimientos que surgen en su mente o cuerpo, programe una cita con un proveedor de atención médica o un profesional de la salud mental para hablar sobre sus síntomas.
Si no le han diagnosticado formalmente un trastorno de ansiedad, un proveedor de atención médica puede evaluar sus síntomas y determinar las mejores opciones de tratamiento para su situación particular.