¿Qué es el liderazgo democrático?
El liderazgo democrático, también conocido como liderazgo participativo o liderazgo compartido, es un estilo de liderazgo en el que los miembros del grupo asumen un papel participativo en el proceso de toma de decisiones. Este tipo de liderazgo puede aplicarse a cualquier organización, desde empresas privadas hasta escuelas y el gobierno.
Con un estilo de liderazgo democrático, todos tienen la oportunidad de participar, las ideas se intercambian libremente y se fomenta la discusión. Si bien este proceso tiende a centrarse en la igualdad del grupo y el libre flujo de ideas, el líder democrático todavía está allí para ofrecer orientación y control.
El líder democrático también está encargado de decidir quién está en el grupo y quién puede contribuir a las decisiones que se toman. La investigación ha encontrado que el estilo de liderazgo democrático es uno de los tipos más efectivos y conduce a una mayor productividad, mejores contribuciones de los miembros del grupo y una mayor moral del grupo.
Características del Liderazgo Democrático
Algunas de las características principales del liderazgo democrático incluyen:
- Se alienta a los miembros del grupo a compartir ideas y opiniones, aunque el líder conserva la última palabra sobre las decisiones.
- Los miembros del grupo se sienten más comprometidos con el proceso.
- La creatividad es fomentada y recompensada.
Los investigadores sugieren que los buenos líderes democráticos poseen rasgos específicos, como ser un jugador de equipo, estar dispuesto a adaptarse, tener una mente imparcial y participar en el proceso. Los líderes democráticos fuertes inspiran confianza y respeto entre sus seguidores.
Estos líderes son sinceros y toman decisiones basadas en su moral y valores. También tienden a buscar opiniones diversas y no intentan silenciar las voces disidentes o que ofrecen un punto de vista menos popular. Como resultado, los seguidores se sienten inspirados para actuar y contribuir al grupo.
Ejemplos de Liderazgo Democrático
Más de la mitad de los países con poblaciones de más de 500.000 habitantes utilizan un estilo de liderazgo democrático, y estas cifras aumentan desde la década de 1970. Estados Unidos es uno. Suecia, Filipinas, Indonesia, Corea del Sur y los Países Bajos son algunos otros.
Algunas empresas también operan con un estilo de gestión democrático, ofreciendo un enfoque de liderazgo participativo. Google es uno, y sus fundadores comparan su estilo de liderazgo con ser «padres orgullosos que ofrecen consejos y amor, ¡pero no regaños diarios!» A Jack Dorsey, el ex director ejecutivo de Twitter, también se le atribuía a menudo las características de un líder democrático.
Incluso puede encontrar ejemplos de liderazgo democrático dentro de clubes escolares y organizaciones 4-H. A Tommy Lasorda, ex gerente de los Dodgers de Los Ángeles que ganó dos campeonatos de la Serie Mundial, se le atribuye ser un líder participativo en el deporte del béisbol.
Beneficios del liderazgo democrático
Debido a que se alienta a los miembros del grupo a compartir sus pensamientos, el liderazgo democrático puede conducir a mejores ideas y soluciones más creativas a los problemas. Los miembros del grupo se sienten más involucrados y comprometidos con los proyectos, por lo que es más probable que se preocupen por los resultados finales.
La investigación sobre estilos de liderazgo ha demostrado que el liderazgo democrático contribuye a una mayor productividad entre los miembros del grupo. Esta forma de liderar también se ha relacionado con aumentos en la moral del grupo.
-
Fallos de comunicación
-
Mala toma de decisiones por parte de grupos no calificados
-
Opiniones minoritarias o individuales anuladas
-
Posibles problemas de seguridad
Peligros potenciales del liderazgo democrático
Si bien el liderazgo democrático se ha descrito como el estilo de liderazgo más efectivo, tiene algunas desventajas potenciales. En situaciones donde los roles no están claros o el tiempo es esencial, el liderazgo democrático puede conducir a fallas en la comunicación y proyectos incompletos.
En algunos casos, los miembros del grupo pueden no tener el conocimiento o la experiencia necesarios para hacer contribuciones de calidad al proceso de toma de decisiones. El liderazgo democrático también puede hacer que los miembros del equipo sientan que sus opiniones e ideas no se tienen en cuenta.
Para que un gobierno u organización sea verdaderamente democrático se requiere compartir toda la información. Esto puede conducir a posibles problemas de seguridad en algunos casos, lo que lo convierte en otro escollo del uso de un estilo de liderazgo democrático.
Cómo usar el liderazgo democrático
El liderazgo democrático funciona mejor en situaciones en las que los miembros del grupo son hábiles y están ansiosos por compartir sus conocimientos. También es importante tener mucho tiempo para permitir que las personas contribuyan, desarrollen un plan y luego voten sobre el mejor curso de acción.
Debido a que hay tantas personas involucradas, establecer fechas límite puede garantizar que obtenga la opinión de todos con tiempo suficiente para actuar en consecuencia. Proporcionar expectativas por adelantado también puede ser útil, dejando en claro cuándo se buscará la opinión del grupo y qué decisiones tomará la gerencia por su cuenta.
Una palabra de Psyathome
Como cualquier otro estilo de liderazgo, hay pros y contras de ser un líder democrático. Si decide que este es el mejor estilo para usted, seguir algunas pautas simples, como permitir suficiente tiempo y establecer plazos, puede ayudar a que este sea un enfoque efectivo.