Se cree que la pediofobia, o el miedo a las muñecas, es un tipo de automatonofobia, o miedo a las figuras humanoides. Algunas personas tienen miedo de todas las muñecas y juguetes de peluche, mientras que otras temen solo un tipo específico. Las muñecas que hablan o se mueven y las muñecas antiguas de porcelana son objetivos especialmente comunes del miedo.
Pediofobia y niños
Muchos padres quieren que sus hijos, especialmente las niñas, amen las muñecas. Pueden angustiarse si su hijo grita o llora cuando se le presenta una muñeca. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los niños pequeños apenas están aprendiendo a separar la fantasía de la realidad. Una muñeca, que parece ser humana pero no lo es, puede ser aterradora para un niño que aún no comprende el concepto.
Por lo tanto, como la mayoría de las fobias, la pediofobia no se diagnostica en niños a menos que haya persistido durante más de seis meses.Por supuesto, si el miedo de su hijo es severo o inconsolable, es importante pedir el consejo del médico del niño.
Pediofobia en la cultura pop
El miedo a las muñecas ha sido muy explotado en entornos de la cultura pop, desde películas hasta eventos de Halloween. En la mayoría de estos casos, la premisa es que una muñeca aparentemente inofensiva se ha convertido en un ser consciente empeñado en la destrucción. Ya sea que esto suceda a través de hechizos mágicos o al azar, el resultado neto es el mismo: el juguete de un niño se ha vuelto mortal.
Estas películas tocan un miedo primario que puede ser una de las raíces de la pediofobia; el miedo al asesino silencioso. En un mundo lleno de amenazas, que van desde el bioterrorismo hasta las espinacas contaminadas, es común preocuparse de que algo que no podemos reconocer como peligroso pueda llevarnos a la destrucción. Este es uno de los miedos básicos presentes en las fobias del fin del mundo y explotado en las películas de Hollywood, como Sin previo aviso.
Diagnóstico
Dado que la pediofobia puede estar relacionada con una variedad de otros miedos, es importante que solo un profesional capacitado intente hacer un diagnóstico. Su terapeuta le hará preguntas directas que están diseñadas para ayudarlo a aclarar exactamente lo que teme. Sin embargo, puede prepararse para su visita haciendo una lista de sus factores desencadenantes específicos. ¿Tienes miedo de todas las muñecas o solo de ciertos tipos? ¿Siempre ha tenido miedo o puede precisar cuándo comenzó el miedo? ¿Tienes otros miedos que pueden o no estar relacionados?
Recopilar toda la información que pueda antes de su visita puede ayudar a su terapeuta a hacer un diagnóstico preciso.
Tratamiento
La pediofobia es fácilmente tratable. Dependiendo de la naturaleza exacta de su miedo, una variedad de estilos de terapia de conversación pueden ser apropiados. La terapia cognitivo-conductual es la más común para las personas con una fobia específica, ya que es limitada en el tiempo y efectiva. Aunque no es la única opción.
Otro tipo de terapia que puede ser útil es la terapia de exposición porque te ayuda a acostumbrarte a la presencia de muñecas mediante la exposición repetida a ellas, lo que puede ayudar a reducir o eliminar tu miedo por completo.