En la teoría psicoanalítica, la transferencia ocurre cuando un cliente proyecta en su terapeuta sentimientos acerca de otra persona, particularmente alguien que conoció en la infancia.
Frecuentemente mencionado en referencia a la relación terapéutica, el ejemplo clásico de transferencia sexual es enamorarse del terapeuta. Sin embargo, también puede transferir sentimientos como la rabia, la ira, la desconfianza o la dependencia.
Hay tres tipos de transferencia:
Si bien la transferencia es típicamente un término para el campo de la salud mental, puede manifestarse en su vida diaria cuando su cerebro trata de comprender una experiencia actual examinando el presente a través del pasado y, en detrimento suyo, limitando la entrada de nueva información.
La transferencia es multicapa y compleja
La transferencia a veces puede ser un obstáculo para la terapia, ya que el cliente puede sentir la tentación de cortar la relación por completo, o puede volverse hosco y retraído durante las sesiones, lo que impide el progreso.
La naturaleza de la transferencia puede brindar pistas importantes sobre los problemas del cliente, y trabajar en la situación puede ayudar a resolver conflictos profundamente arraigados en la psique del cliente.
Transferencia Positiva
La transferencia puede ser algo bueno. Experimenta una transferencia positiva cuando aplica aspectos agradables de sus relaciones pasadas a su relación con su terapeuta. Esto puede tener un resultado positivo porque usted ve a su terapeuta como cariñoso, sabio y preocupado por usted.
Transferencia negativa
La transferencia negativa suena mal, pero en realidad puede mejorar su experiencia terapéutica. Una vez realizado, el terapeuta puede usarlo como tema de discusión y examinar su respuesta emocional. Este tipo de transferencia es especialmente útil si su terapeuta lo ayuda a superar una respuesta emocional que no guarda proporción con la realidad de lo que ocurrió durante la sesión.
Transferencia sexualizada
¿Te sientes atraído por tu terapeuta? Es posible que sufras una transferencia sexualizada si tus sentimientos por tu terapeuta son:
- Íntimo y sexual
- Reverencial o culto
- romántico y sensual
Contratransferencia
El terapeuta siempre debe ser consciente de la posibilidad de que sus propios conflictos internos puedan transferirse también al cliente. Este proceso, conocido como contratransferencia, puede enturbiar mucho la relación terapéutica.
Algunos estudios sugieren que el 76% de las terapeutas mujeres y el 95% de los terapeutas hombres admiten haber sentido sentimientos sexuales hacia sus clientes en un momento u otro.
A pesar de la connotación negativa de la contratransferencia, algunos psicoterapeutas están encontrando formas de utilizarla de manera terapéutica.
Discutir la transferencia con su terapeuta
Una vez que su terapeuta reconozca que está experimentando transferencia, probablemente no querrá hablar de ello de inmediato. Sin embargo, será necesario abordarlo en algún momento. Si se evita el tema, podría llevar a un punto muerto en la terapia en el futuro y afectar negativamente su relación con su terapeuta porque usted, el cliente, puede:
- Sentirse avergonzado, incómodo y retraerse emocionalmente
- sentir estrés
- Regresión, que puede anular parte del progreso positivo que ya ha logrado
Los errores ortográficos comunes incluyen: transferencia, transferencia, transferencia
Ejemplo
Michelle se enfadó mucho con su terapeuta cuando le habló de la posibilidad de realizar tareas escolares. A través de la exploración de la ira con el terapeuta, Michelle descubrió que estaba experimentando una transferencia de ira no resuelta hacia una autoritaria maestra de escuela primaria.