La herpetofobia es el miedo a los reptiles, específicamente a las serpientes y los lagartos. La gravedad de esta fobia específica relativamente común puede variar drásticamente, lo que dificulta decidir sin la orientación de un profesional de la salud mental si tiene una fobia clínica o simplemente un miedo.
Las fobias específicas son un miedo irracional a una situación u objeto, y su número ilimitado solo está limitado por la cantidad de sustantivos en cualquier idioma.
Todos los tipos de fobia son formas de trastornos de ansiedad y afectan al nueve por ciento de las personas en los Estados Unidos. Los otros dos tipos de fobia son la agorafobia y la fobia social (trastorno de ansiedad social).
Una fobia evolutiva
Existe la teoría de que la herpetofobia, junto con la aracnofobia (miedo a las arañas), es una fobia evolutiva. Los teóricos postulan que nuestros antepasados tendían a temer a los animales, tanto vertebrados como invertebrados, que pudieran causar daño. Por lo tanto, la gran cantidad de reptiles venenosos en el medio ambiente podría haber causado el desarrollo de herpetofobia con el tiempo.
La herpetofobia es altamente personalizada
La herpetofobia es una fobia muy personalizada, lo que significa que los síntomas pueden variar mucho de una persona a otra. Si bien es posible que solo tenga miedo al tocar una serpiente grande, otra víctima podría tener un caso más grave y ni siquiera puede mirar fotografías de geckos pequeños e inofensivos.
Sus diversos síntomas de herpetofobia pueden incluir:
- Miedo cada vez que estés cerca de un reptil.
- La imposibilidad de comprar en tiendas de mascotas que ofrecen reptiles a la venta.
- Negarse a realizar excursiones de senderismo u otras actividades durante las cuales existe la posibilidad de encontrarse con un reptil.
- Reaccionar exageradamente, como gritar, llorar, temblar o hiperventilar, si inesperadamente te encuentras con el reptil de tu miedo.
Las características de una fobia menos severa incluyen ser capaz de tolerar reptiles en el área, pero entrar en pánico si entra en contacto físico con uno.
Tratamiento para la Herpetofobia
Una fobia específica solo requiere tratamiento si interfiere con sus actividades diarias, incluido su trabajo y sus relaciones personales. Si cree que está mostrando síntomas de herpetofobia, consulte a un médico o terapeuta para determinar si es solo un miedo cotidiano o si cumple con los criterios para un diagnóstico clínico.
Con el tratamiento adecuado, la gran mayoría de las fobias son manejables o curables. Sin embargo, con el tiempo, las fobias que no se tratan pueden empeorar y limitar la vida.
Terapia de desensibilización sistemática
La desensibilización sistemática, basada en los principios de la terapia cognitivo-conductual, puede tratar con éxito al 90 % de las personas con herpetofobia.Según la gravedad de sus síntomas, según Tom G. Stevens, Ph.D., psicólogo y profesor emérito de la Universidad de California, puede guiarse por sí mismo a través de los pasos o buscar la ayuda de un profesional de la salud mental. Este método toma varias formas y es el modo común de tratamiento para la gran mayoría de los casos de fobia específica. Permite que la persona en tratamiento avance a su propio ritmo y reduce la incomodidad que puede sentir al abordar sus miedos.