La etapa operacional concreta es la tercera etapa en la teoría del desarrollo cognitivo de Piaget. Este período abarca el tiempo de la infancia intermedia (comienza alrededor de los 7 años y continúa hasta aproximadamente los 11 años) y se caracteriza por el desarrollo del pensamiento lógico.
El pensamiento todavía tiende a ser muy concreto, pero los niños se vuelven mucho más lógicos y sofisticados en su pensamiento durante esta etapa del desarrollo.
Si bien esta es una etapa importante en sí misma, también sirve como una transición importante entre las etapas anteriores de desarrollo y la próxima etapa en la que los niños aprenderán a pensar de manera más abstracta e hipotética.
Los niños a esta edad se vuelven más lógicos sobre cosas concretas y específicas, pero aún luchan con ideas abstractas.
comprensión de la lógica
Piaget determinó que los niños en la etapa de operaciones concretas eran bastante buenos en el uso de la lógica inductiva (razonamiento inductivo). La lógica inductiva implica pasar de una experiencia específica a un principio general.
Un ejemplo de lógica inductiva sería darse cuenta de que cada vez que está cerca de un gato, tiene comezón en los ojos, secreción nasal e inflamación de la garganta. A partir de esa experiencia, podría razonar que es alérgico a los gatos.
Por otro lado, los niños de esta edad tienen dificultad para usar la lógica deductiva, que implica usar un principio general para determinar el resultado de un evento específico. Por ejemplo, un niño puede aprender que A=B y B=C, pero aún puede tener dificultades para entender que A=C.
Comprender la reversibilidad
Un desarrollo importante en esta etapa es la comprensión de reversibilidad o la conciencia de que las acciones pueden revertirse. Un ejemplo de esto es poder invertir el orden de las relaciones entre categorías mentales.
Un ejemplo de reversibilidad es que un niño pueda reconocer que su perro es un labrador, que un labrador es un perro y que un perro es un animal.
Otras características clave
Otro desarrollo clave en esta etapa es la comprensión de que cuando algo cambia de forma o apariencia sigue siendo el mismo, un concepto conocido como conservación. Los niños en esta etapa entienden que si rompes una barra de chocolate en pedazos más pequeños, sigue siendo la misma cantidad que cuando el dulce estaba entero. Esto contrasta con los niños más pequeños que a menudo creen que verter la misma cantidad de líquido en dos vasos significa que hay más.
Por ejemplo, imagina que tienes dos barras de chocolate del mismo tamaño. Rompe una barra de chocolate en dos partes del mismo tamaño y la otra barra de chocolate en cuatro secciones más pequeñas pero del mismo tamaño.
Un niño que se encuentra en la etapa de operaciones concretas comprenderá que ambas chocolatinas siguen siendo la misma cantidad, mientras que un niño más pequeño creerá que la chocolatina que tiene más piezas es más grande que la que tiene solo dos piezas.
Los niños se vuelven menos egocéntricos
La etapa operacional concreta también está marcada por disminuciones en el egocentrismo. Mientras que los niños en la etapa anterior de desarrollo (la etapa preoperacional) luchan por tomar la perspectiva de los demás, los niños en la etapa concreta pueden pensar sobre las cosas de la manera en que los demás las ven.
En la Tarea de las tres montañas de Piaget, por ejemplo, los niños en la etapa de operaciones concretas pueden describir cómo se vería una escena de montaña para un observador sentado frente a ellos.
En otras palabras, los niños no solo pueden comenzar a pensar en cómo otras personas ven y experimentan el mundo, sino que incluso comienzan a usar este tipo de información al tomar decisiones o resolver problemas.
Observaciones
Una de las características clave de la etapa operativa concreta es la capacidad de concentrarse en muchas partes de un problema. Mientras que los niños en la etapa de desarrollo preoperacional tienden a concentrarse en un solo aspecto de una situación o problema, los que se encuentran en la etapa operativa concreta pueden participar en lo que se conoce como «descentración». Pueden concentrarse en muchos aspectos de una situación al mismo tiempo, lo que juega un papel fundamental en la comprensión de la conservación.
Esta etapa del desarrollo cognitivo también sirve como una transición importante entre las etapas preoperacional y operacional formal. La reversibilidad es un paso importante hacia un pensamiento más avanzado, aunque en esta etapa solo se aplica a situaciones concretas.
Mientras que los niños en las primeras etapas de desarrollo son egocéntricos, los que se encuentran en la etapa operativa concreta se vuelven más sociocéntricos. En otras palabras, son capaces de entender que otras personas tienen sus propios pensamientos. Los niños en este punto son conscientes de que otras personas tienen perspectivas únicas, pero es posible que aún no puedan adivinar exactamente cómo o qué está experimentando esa otra persona.
Esta capacidad cada vez mayor de manipular mentalmente la información y pensar en los pensamientos de los demás jugará un papel fundamental en la etapa operativa formal del desarrollo cuando la lógica y el pensamiento abstracto se vuelven críticos.