La evitación experiencial es un intento o deseo de suprimir experiencias internas no deseadas, como emociones, pensamientos, recuerdos y sensaciones corporales. Se cree que esta falta de voluntad para mantenerse en contacto con las experiencias internas es la base de muchos comportamientos de «escape» poco saludables, como el uso de sustancias, el comportamiento sexual de riesgo y la autolesión deliberada, y puede aumentar el riesgo de trastorno de estrés postraumático (TEPT) en personas que han sufrido un trauma severo.
Comprender la evitación experiencial
Evitar las experiencias internas negativas es un instinto natural. Sin embargo, los psicoterapeutas que se remontan a Sigmund Freud han argumentado que evitar enfrentar nuestra experiencia emocional puede afectar negativamente nuestra salud mental y nuestro comportamiento.
En la década de 1990, los psicólogos comenzaron a referirse a estos comportamientos de evitación y escape como «evitación experiencial». La evitación experiencial se considera un estilo de afrontamiento que puede perpetuar los problemas o producir otros nuevos. Por ejemplo, tratar de no sentirse ansioso puede perpetuar la ansiedad en lugar de permitir que se disipe.
En 1996, psicólogos de la Universidad de Nevada escribieron en un importante artículo que «muchas formas de psicopatología no son simplemente malos problemas, también son malas soluciones, basadas en un uso peligroso e ineficaz de estrategias de evitación experiencial».
Desde entonces, la evitación experiencial se ha asociado con:
Cómo la evitación experiencial perjudica a las personas con TEPT
Se cree que la evitación experiencial aumenta el riesgo de que una persona traumatizada desarrolle y mantenga el PTSD.
Por ejemplo, un estudio publicado en 2014 encontró que los niños abusados tenían muchas más probabilidades de desarrollar TEPT si trataban de evitar pensamientos y emociones dolorosas después del abuso en lugar de hablar sobre sus sentimientos negativos.
Las estrategias de evitación experiencial pueden explicar en parte por qué el 40 % de los niños que sufren abusos desarrollan TEPT a lo largo de sus vidas, mientras que el otro 60 % no lo hace.
La evitación experiencial es una de las tres estrategias de regulación emocional que se cree que aumentan el riesgo de TEPT. Las otras dos estrategias de regulación emocional implicadas en el PTSD son la rumiación y la supresión del pensamiento.
Terapia experiencial de evitación, aceptación y compromiso para el TEPT
Lo opuesto a la evitación es la aceptación. La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) es una psicoterapia que se desarrolló para reducir la evitación experiencial.
ACT se basa en la idea de que el sufrimiento no proviene de la experiencia del dolor emocional, sino de nuestro intento de evitar ese dolor. Su objetivo general es ayudar a las personas a estar abiertas y dispuestas a tener sus experiencias internas mientras centran la atención no en tratar de escapar o evitar el dolor (porque esto es imposible de hacer), sino en vivir una vida significativa.
Hay cinco objetivos de ACT:
- Reconocer que tratar de escapar del dolor emocional nunca funcionará.
- Darse cuenta de que tratar de controlar el dolor es el problema
- Verse a sí mismo como separado de sus pensamientos
- Dejar ir los intentos de evitar o controlar los pensamientos y sentimientos.
- Vivir una vida significativa y gratificante
ACT es una forma de tratamiento recomendada para el PTSD y otros problemas psicológicos relacionados con la evitación experiencial.
También conocido como: evitación emocional, falta de voluntad emocional, supresión de pensamientos, falta de voluntad