El alcohol puede producir efectos estimulantes, pero es un depresor. El alcohol afecta su sistema nervioso central (SNC), afectando la forma en que su cerebro se comunica con los nervios de su cuerpo.
Los depresores afectan el neurotransmisor ácido gamma-aminobutírico (GABA), que ralentiza la actividad cerebral. Esto puede provocar efectos secundarios como relajación, somnolencia, dificultad para hablar, disminución de la inhibición y problemas de coordinación.
Además, beber alcohol rápidamente y en grandes cantidades puede provocar síntomas más graves, como pérdida de memoria, coma e incluso la muerte.
Cómo los depresores afectan la mente y el cuerpo
Es un error común pensar que el alcohol es un estimulante porque produce muchos efectos estimulantes, como un aumento del ritmo cardíaco, el estado de alerta y la agresividad.
Para algunos, el alcohol puede aumentar la confianza y la autoestima. También puede disminuir los sentimientos de ansiedad y hacer que algunas personas sean habladoras o sociables, incluso llenas de energía. También puede sentirse gratificante beber, ya que el alcohol libera dopamina en el cerebro, animándote a seguir bebiendo. Estos efectos de «sentirse bien», sin embargo, son de corta duración.
Los depresores se conocen comúnmente como «tranquilizadores», ya que normalmente reducen la estimulación. Además del alcohol (también conocido como etanol), existen barbitúricos, benzodiacepinas y fármacos hipnóticos sedantes, entre otros depresores. Algunos de los depresores más comunes incluyen:
Estos medicamentos a menudo se usan para tratar la ansiedad, minimizar el dolor, aliviar los espasmos musculares, los trastornos del sueño y abordar otros problemas de salud mental.
Algunos son más seguros que otros, pero todos producen niveles más bajos de conciencia en el cerebro y hacen que la actividad en el SNC disminuya.
Como una de las drogas más usadas y socialmente aceptadas en el mundo, el alcohol es fácilmente abusado. Una droga psicoactiva común, el alcohol, altera la conciencia, los pensamientos y el estado de ánimo. Puede ser tentador beber por los efectos secundarios que «mejoran el estado de ánimo», pero esto puede conducir al abuso del alcohol o a la dependencia del alcohol.
Efectos secundarios comunes
Los efectos del alcohol dependen en gran medida de la cantidad y la rapidez con la que se bebe, junto con diversos factores, como la historia personal, la genética, el tamaño corporal, el género, la tolerancia y otros factores clave.
Los efectos secundarios comunes del consumo de alcohol incluyen:
- Presión arterial baja
- Pérdida de coordinación
- habla arrastrada
- Visión borrosa
- Dolor de cabeza
- Tiempo de reacción reducido
- Náusea
- vómitos
- Mareo
- Deterioro del funcionamiento mental
- respiración lenta
- Pérdida de consciencia
- Pérdida de memoria
Beber demasiado puede provocar intoxicación por alcohol, insuficiencia respiratoria, coma o la muerte. Si ha experimentado una sobredosis, puede experimentar confusión mental, vómitos, pérdida del conocimiento, ritmo cardíaco lento, temperatura corporal baja, piel azulada y respiración irregular, entre otros síntomas.
Algunos efectos a largo plazo del abuso del alcohol incluyen:
- Lesiones
- Enfermedad del higado
- Enfermedad cardiovascular
- Condiciones de salud crónicas
- Ansiedad
- Depresión
El consumo prolongado de alcohol también está estrechamente relacionado con el cáncer y el suicidio.
Complicaciones
Los estudios han encontrado que los bebedores empedernidos, en comparación con los bebedores ocasionales o los que no beben, pueden tener más probabilidades de experimentar mayores respuestas estimulantes y gratificantes del alcohol que los efectos sedantes. Esto puede ponerlos en un mayor riesgo de desarrollar un trastorno por consumo de alcohol (AUD).
Beber puede ser perjudicial para cualquier persona, independientemente de su susceptibilidad al abuso o dependencia del alcohol. Por lo tanto, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomienda evitar el consumo excesivo de alcohol, siempre que sea posible, incluido el consumo excesivo de alcohol, el consumo excesivo de alcohol o el consumo de alcohol si está embarazada o es menor de 21 años.
El alcohol es responsable de más de 95.000 muertes cada año. Esto equivale a 261 muertes por día.
Si bien puede sentirse bien beber, el alcohol cambia los químicos en su cerebro, lo que afecta sus pensamientos y comportamientos.
A medida que aumenta la concentración de alcohol en la sangre (BAC), también aumentan los riesgos. Abusar del alcohol no solo puede dañar tu salud y tu salud mental, sino que también puede dañar a quienes te rodean, especialmente si te involucras en comportamientos riesgosos mientras estás bajo la influencia, como conducir, tener relaciones sexuales sin protección o pelear.
Tratamiento
No importa cuán grave sea su abuso de alcohol, la recuperación es posible. Cuando habla con un profesional de la salud mental, puede determinar qué plan de tratamiento funciona mejor para usted y su situación. Las opciones de tratamiento pueden incluir medicamentos o terapia.
Medicamento
Si tiene síntomas de abstinencia de alcohol o desea reducir los antojos de alcohol, es posible que le receten medicamentos. Las opciones aprobadas por la FDA incluyen naltrexona, acamprosato y disulfiram.
La naltrexona también se puede usar para reducir el consumo de alcohol sin dejar de beber de golpe. Este enfoque, conocido como el Método Sinclair, tiene como objetivo reducir el consumo de alcohol haciendo que las personas tomen naltrexona cuando consumen alcohol. Debido a que el medicamento bloquea las señales de recompensa, las personas pueden sentir que beber es menos gratificante y comenzar a consumir menos con el tiempo.
Terapia
Hay diferentes tipos disponibles, incluida la terapia específica para el trauma, la terapia conductual dialéctica (DBT), la terapia cognitivo-conductual (CBT), así como la terapia individual, familiar o grupal. Las opciones para los grupos de apoyo incluyen Alcohólicos Anónimos, Autogestión y Capacitación en Recuperación (SMART) o Mujeres por la Sobriedad (WFS), entre otros.
Lo que funciona para usted puede no funcionar para otra persona, así que sepa que hay programas alternativos disponibles.
Una palabra de Psyathome
El alcohol afecta a todos de manera un poco diferente. Incluso si está bebiendo la misma bebida alcohólica al mismo ritmo que otra persona, sus reacciones serán diferentes. Es importante recordar que el alcohol es un depresor y que puede sufrir una sobredosis si bebe demasiado. El consumo excesivo de alcohol también puede dañar sus finanzas, sus relaciones y su salud física y mental, por lo que es importante buscar atención profesional si se convierte en un problema.