La enfermedad de Parkinson es una afección neurodegenerativa, lo que significa que afecta la función del cerebro y el sistema nervioso.
Sus nervios llevan mensajes e información desde su cerebro y médula espinal a sus músculos y órganos, coordinando sus movimientos y funciones corporales. A medida que avanza la enfermedad de Parkinson, hace que la función del sistema nervioso disminuya, lo que dificulta el movimiento y las funciones corporales.
Las causas exactas de la enfermedad de Parkinson aún no están claras. Sin embargo, la investigación ha identificado varios factores físicos, genéticos y ambientales que pueden contribuir a la neurodegeneración asociada con esta afección.
La edad es un factor de riesgo importante para la enfermedad de Parkinson, ya que a menudo comienza alrededor de los 60 años. La enfermedad de Parkinson de inicio temprano, que a menudo es genética y afecta alrededor del 5% al 10% de las personas con la afección, comienza antes de los 50 años.
Factores de riesgo cerebrales y corporales
La enfermedad de Parkinson se caracteriza por niveles más bajos de mensajeros químicos o neurotransmisores, que son responsables de los síntomas de esta afección. Además, las personas con Parksinson pueden tener grupos inusuales de depósitos de proteínas en el cerebro, conocidos como cuerpos de Lewy.
Niveles reducidos de dopamina
La neurodegeneración que caracteriza a la enfermedad de Parkinson comienza en el cerebro, en un área conocida como sustancia negra, ubicada en el medio del cerebro. Pequeños grupos de células nerviosas, o neuronas, en esta área dejan de funcionar correctamente y mueren.
Las neuronas de la sustancia negra normalmente producen un importante neurotransmisor conocido como dopamina. La dopamina es responsable de transmitir señales a partes de su cerebro que controlan sus músculos y aseguran movimientos suaves y coordinados.
La pérdida de neuronas en la sustancia negra conduce a niveles bajos de dopamina en el cerebro. Esto debilita la comunicación entre su cerebro y sus músculos y afecta sus movimientos. Como resultado, los síntomas principales de la enfermedad de Parkinson suelen ser problemas relacionados con los músculos y el movimiento, como temblores en las extremidades, movimientos lentos y rigidez muscular.
Los síntomas generalmente comienzan a aparecer cuando se agota aproximadamente el 50% de las neuronas de dopamina. A medida que se pierden más neuronas, la condición empeora progresivamente, hasta que el cerebro es incapaz de controlar el movimiento en absoluto.
Por lo tanto, la enfermedad de Parkinson se clasifica como un trastorno del movimiento y se trata principalmente con terapia de dopamina.
Niveles reducidos de norepinefrina
La enfermedad de Parkinson también se caracteriza por niveles bajos de otro neurotransmisor, conocido como norepinefrina. Esto sucede debido a una pérdida de terminaciones nerviosas que producen este químico.
La norepinefrina juega un papel importante en el sistema nervioso simpático; es el principal mensajero químico de este sistema. Este sistema es responsable de varias funciones corporales autónomas, como la digestión, la presión arterial, la frecuencia cardíaca e incluso la respiración.
Los niveles bajos de norepinefrina son la causa de los síntomas no relacionados con el movimiento de la enfermedad de Parkinson. Estos pueden incluir fatiga, digestión más lenta y una caída repentina de la presión arterial al levantarse de una posición sentada o acostada.
Cuerpos de Lewy acumulados
Las personas con enfermedad de Parkinson pueden tener sustancias en sus células cerebrales conocidas como cuerpos de Lewy, que son grupos inusuales de una proteína llamada alfa-sinucleína. Esta proteína está agrupada de una manera que no se puede descomponer.
Los cuerpos de Lewy son marcadores microscópicos de la enfermedad de Parkinson. A las personas con los síntomas de la enfermedad de Parkinson que no tienen cuerpos de Lewy en el cerebro a veces se les diagnostica parkinsonismo. El parkinsonismo es un término general para los síntomas relacionados con el movimiento de la enfermedad de Parkinson, derivados de varias causas.
Los cuerpos de Lewy y la alfa-sinucleína son un área importante de interés para los investigadores de la enfermedad de Parkinson. Las personas con enfermedad de Parkinson también tienden a tener grupos anormales de proteínas alfa-sinucleína deformes en sus intestinos, lo que sugiere que puede haber una conexión entre la enfermedad de Parkinson y la salud intestinal.
Historia familiar y genética
Los investigadores han podido identificar ciertas mutaciones genéticas que pueden aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson.
Estos son los dos tipos de enfermedad de Parkinson, desde un punto de vista genético:
- Enfermedad de Parkinson hereditaria: Aproximadamente el 15% de todos los casos de enfermedad de Parkinson son hereditarios. En estos casos, las mutaciones en ciertos genes se transmiten de padres a hijos y aumentan el riesgo del individuo de desarrollar esta afección.
- Enfermedad de Parkinson esporádica: Por otro lado, los casos en los que las personas no tienen antecedentes familiares de la enfermedad de Parkinson se denominan casos esporádicos. Estos casos son de hecho la mayoría. Los científicos han descubierto que las alteraciones en ciertos genes también pueden desempeñar un papel en casos esporádicos, además de otros factores ambientales y relacionados con el estilo de vida.
Sin embargo, el papel que desempeñan estas mutaciones genéticas en el desarrollo de la afección aún no se ha entendido por completo.
Factores de riesgo del estilo de vida
Aparte de los factores genéticos, ciertos factores ambientales y relacionados con el estilo de vida también pueden aumentar sus posibilidades de desarrollar la enfermedad de Parkinson y contribuir a la progresión de la enfermedad:
- deficiencia de vitamina Dya que este nutriente juega un papel importante en el mantenimiento de la salud del cerebro.
- Carne cocinada a altas temperaturasque puede liberar compuestos cancerosos que también pueden causar Parkinson.
- Exposición a la contaminación del aire puede causar inflamación en el cerebro y desencadenar la acumulación de depósitos de alfa-sinucleína en el cerebro, a veces desde la infancia.
- Exposición a pesticidas puede causar varias reacciones biológicas en el cerebro que conducen al daño y muerte de las neuronas productoras de dopamina.
- Exposición al tricloroetileno (TCE), un compuesto químico utilizado en algunos productos de limpieza del hogar, limpieza en seco y desengrasado industrial. Los sitios industriales pueden liberar este compuesto al medio ambiente.
- Exposición a metales pesados como el manganeso en entornos industriales; cuanto mayor sea la exposición, mayores serán las posibilidades de desarrollar síntomas asociados con la enfermedad de Parkinson.
- Heridas en la cabezalo que puede contribuir a la pérdida de dopamina, especialmente en personas que han estado expuestas a pesticidas.
En el lado positivo, el consumo de cafeína puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson.