La enfermedad de Alzheimer es una condición neurológica que se caracteriza por cambios en el cerebro.
Estos cambios incluyen atrofia o encogimiento del cerebro y una acumulación de proteínas amiloides y tau en el cerebro. La proteína amiloide acumulada puede formar grupos anormales en el cerebro, conocidos como placas amiloides. Por el contrario, el exceso de proteína tau forma fibras enredadas en las células cerebrales, conocidas como ovillos neurofibrilares.
Estos enredos y placas pueden dañar las células cerebrales, conocidas como neuronas, particularmente en la parte del cerebro que controla la memoria. Esto puede evitar que las neuronas se envíen mensajes entre sí, lo que interfiere con funciones como pensar, recordar, aprender y planificar y, finalmente, conducir a la demencia.
Estos cambios en el cerebro a veces pueden comenzar 10 años antes de que aparezcan los síntomas de la enfermedad de Alzheimer. Con el tiempo, la afección se propaga a otras partes del cerebro y provoca la pérdida de neuronas, lo que hace que el cerebro se atrofie.
Estos cambios neurológicos son causados por la degeneración relacionada con la edad y otros factores genéticos, físicos y de estilo de vida. El papel que juegan estos factores en el riesgo de la enfermedad de Alzheimer puede variar de persona a persona. Sin embargo, las causas exactas de esta condición aún no se comprenden completamente.
Factores de riesgo cerebrales y corporales
El envejecimiento es un factor de riesgo importante para la enfermedad de Alzheimer, ya que provoca cambios en el cerebro. Otras condiciones de salud y traumatismos craneales también pueden aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.
Envejecimiento
El envejecimiento es quizás el factor de riesgo más importante de la enfermedad de Alzheimer. Después de los 65 años, el número de personas con la enfermedad de Alzheimer se duplica cada cinco años.
Si bien el envejecimiento no causa la enfermedad de Alzheimer y muchas personas viven hasta los 90 años o más sin desarrollar ningún tipo de demencia, aproximadamente un tercio de todas las personas mayores de 85 años pueden tener esta afección.
Estos son algunos de los cambios relacionados con la edad que pueden ocurrir en el cerebro: atrofia, inflamación, daño vascular y aumento de la producción de moléculas inestables conocidas como radicales libres.
Estos cambios afectan las neuronas del cerebro y contribuyen a la progresión de la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, el Alzheimer no es una parte normal del envejecimiento. El cerebro se encoge considerablemente a medida que avanza la condición.
Condiciones de salud
Las siguientes condiciones de salud también pueden aumentar su riesgo de enfermedad de Alzheimer:
- Diabetes
- Cardiopatía
- Alta presión sanguínea
- Colesterol alto
- Obesidad
Estas condiciones pueden reducir la velocidad a la que el cerebro puede eliminar el exceso de proteína amiloide, lo que lleva a una acumulación de proteína en el cerebro. Estas condiciones representan un mayor riesgo para las personas mayores de 50 años.
Defecto cognitivo leve
El deterioro cognitivo leve (MCI, por sus siglas en inglés) es una afección marcada por el deterioro cognitivo, que puede afectar funciones como el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Esta disminución suele ser mayor de lo normal para la edad de la persona, pero no tan severa como la disminución asociada con la demencia. Una persona con MCI aún puede funcionar en entornos laborales o sociales.
A veces, el MCI puede ser un signo temprano de la enfermedad de Alzheimer y la demencia. Si una persona con deterioro cognitivo leve experimenta principalmente pérdida de memoria, existe un riesgo significativo de que finalmente se le diagnostique la enfermedad de Alzheimer.
No todas las personas que tienen MCI desarrollan necesariamente la enfermedad de Alzheimer o la demencia. Sin embargo, ser diagnosticado con MCI puede alentar opciones de estilo de vida más saludables, ayudarlo a desarrollar estrategias para hacer frente a la pérdida de memoria que acompaña a estas afecciones y garantizar que consulte a su proveedor de atención médica con regularidad para controlar sus síntomas.
Trauma de la cabeza
Tener una lesión en la cabeza que causó un trauma en el cerebro puede aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Las lesiones graves, las lesiones múltiples o las lesiones después de los 50 años pueden aumentar aún más las posibilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.
Historia familiar y genética
El papel de los genes en la enfermedad de Alzheimer es complejo y todavía se está investigando.
El riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer es mayor si tus padres o hermanos la han tenido; sin embargo, tener antecedentes familiares de la afección no garantiza que usted también la tendrá. Si varias personas en su familia han tenido Alzheimer, particularmente a una edad más temprana, debe considerar la asesoría genética para evaluar sus posibilidades de desarrollarlo.
Hay dos tipos de enfermedad de Alzheimer; ambos tipos tienen factores de riesgo genéticos asociados con ellos:
- Enfermedad de Alzheimer de inicio temprano: Esta es una forma rara de la afección, en la que los síntomas pueden aparecer en cualquier momento después de los 30 años. La herencia de una mutación genética en uno de los tres genes puede conducir a la aparición temprana de la enfermedad de Alzheimer.
- Enfermedad de Alzheimer de inicio tardío: Esta es la forma más común de la condición, donde los síntomas aparecen por primera vez a mediados de los años 60. Las personas con una variante genética conocida como APOE ɛ4 en el cromosoma 19 pueden tener más probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer de inicio tardío. Sin embargo, tener la variación no significa que definitivamente desarrollará Alzheimer, y algunas personas con Alzheimer no tienen APOE ɛ4.
Tener síndrome de Down, un trastorno cromosómico genético, también puede aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Esto se debe a que las personas con síndrome de Down tienen una copia adicional del cromosoma 21, por lo que tienen un gen adicional que produce la proteína que conduce a la producción de beta-amiloide.
Las personas con síndrome de Down presentan síntomas de la enfermedad de Alzheimer entre 10 y 20 años antes que otras personas.
Factores de riesgo del estilo de vida
Otros factores de estilo de vida, de desarrollo y ambientales también pueden afectar su cerebro y aumentar su riesgo de enfermedad de Alzheimer. Éstos incluyen:
Hay medidas que puede tomar para mantener su cerebro y su cuerpo sanos, a fin de prevenir el deterioro cognitivo y reducir sus posibilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer y la demencia: