aicmofobia es el miedo a los objetos afilados. Esta fobia a las cosas punzantes engloba una amplia gama de miedos específicos. Algunas personas tienen miedo de cortarse o apuñalarse, y otras temen herir a otra persona.
La tripanofobia, el miedo a las agujas médicas, a veces se considera un subconjunto de la aicmofobia, pero las dos fobias son bastante diferentes. Mientras que las personas con aicmofobia temen trabajar con herramientas afiladas, la tripanofobia es específica de los procedimientos médicos.
Desencadenantes de la aicmofobia
Como todas las fobias, la aicmofobia tiene diferentes desencadenantes en diferentes personas. Algunas personas solo temen a los cuchillos particularmente afilados, como los cuchillos de chef o los cuchillos de caza. Algunos temen a todos los cuchillos. Otros tienen miedo a los alfileres y las agujas.
Por ejemplo, coser puede desencadenar un miedo a las agujas cuando una persona visualiza agujas perforando su piel. Algunas personas temen todos los objetos que perciben como afilados, incluidas las puntas de los paraguas, los clips y las perchas. En general, cuanto peor es la fobia, más elementos se perciben como desencadenantes.
Aicmofobia y Cocina
Mageirocofobia, o el miedo a cocinar, a veces se relaciona con la aicmofobia. Es difícil o imposible preparar comidas desde cero sin usar cuchillos afilados. Irónicamente, este miedo en realidad hace que sea más probable que te cortes durante el proceso de cocción.
Muchas personas con miedo a los cuchillos afilados intentan cortar verduras o deshuesar la carne con un cuchillo sin filo, lo que aumenta enormemente las posibilidades de que el cuchillo se enganche o salte. Las personas con este miedo también pueden usar los cuchillos de manera incorrecta, creyendo que es más seguro sostener el cuchillo más atrás en el mango. Esto proporciona menos control sobre el cuchillo, lo que nuevamente aumenta el riesgo de lesiones.
panorama
El miedo a los objetos afilados puede limitar drásticamente su capacidad para realizar tareas comunes de la vida diaria porque muchos de ellos requieren herramientas afiladas. Abrir paquetes, hacer reparaciones domésticas menores, coser y muchos proyectos artesanales a menudo requieren el uso de cuchillos, tijeras u otros objetos afilados.
La aicmofobia en realidad puede hacer que las tareas sean más peligrosas, ya que las personas que tienen miedo a las herramientas tienden a manejarlas de manera inadecuada.
Obtener ayuda para la aicmofobia
Como todas las fobias, la aicmofobia no tratada tiende a empeorar con el tiempo. Por ejemplo, un miedo leve a los cuchillos muy afilados podría crecer gradualmente para incluir agujas de tejer, luego alfileres y, finalmente, tijeras. Sin embargo, con tratamiento, la aicmofobia generalmente es fácil de superar.
Muchas personas descubren que pueden vencer un miedo leve a través de la educación y la exposición. Aprender habilidades adecuadas con el cuchillo, estudiar videos de costura de expertos y trabajar junto a un personal de mantenimiento competente puede brindarle confianza.
Sin embargo, si su miedo es más severo, es posible que necesite ayuda profesional para tratar la fobia. En la mayoría de los casos, las fobias específicas como la aicmofobia responden bien a la terapia cognitiva conductual (TCC).