Conocer los hechos del suicidio juvenil es especialmente importante para los padres de niños con depresión. Para los padres, los pensamientos y comportamientos suicidas son una de las preocupaciones más alarmantes de la depresión infantil. Según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), la muerte por suicidio es la segunda causa principal de muerte entre los jóvenes de 10 a 24 años, y muchos más niños intentan suicidarse pero no lo logran.
Edad y pensamientos suicidas
Las tasas de suicidio en Estados Unidos son las más altas en 50 años. Según los CDC, las tasas de suicidio fueron significativamente más altas en 2017 en comparación con 1999 entre mujeres de 10 a 14 años (1,7 y 0,5, respectivamente) y de 15 a 24 años (5,8 y 3,0) y hombres de 10 a 14 años (3,3 y 1,9, respectivamente) y 15 a 24 (22,7 y 16,8). En 2017, los adolescentes y adultos jóvenes de 15 a 24 años tenían una tasa de suicidio de 14,46.
Un estudio de 2018 publicado en la revista JAMA Pediatría encontró que la tasa de suicidio entre los niños negros menores de 13 años es el doble de la tasa de los niños blancos en el mismo grupo de edad. Esto representa tanto a las niñas como a los niños.
Por lo general, las tasas de suicidio aumentan con la edad y alcanzan su punto máximo al final de la adolescencia. Las niñas intentan suicidarse más a menudo, pero los niños lo siguen hasta el final.
Pensamientos suicidas y depresión
Según un estudio, los pensamientos suicidas están relacionados con un peor curso de la depresión, cuyos síntomas incluyen un inicio más temprano, una duración más prolongada e intervalos de remisión más cortos.
Es importante saber que no todos los niños deprimidos tendrán pensamientos suicidas o mostrarán un comportamiento suicida. De hecho, es uno de los síntomas menos comunes de la depresión infantil. Además, no todos los niños con pensamientos y conductas suicidas están deprimidos.
Quizás lo más reconfortante es saber que no todos los niños que tienen pensamientos suicidas intentarán suicidarse. Sin embargo, es un buen predictor de futuros intentos, y estos niños siempre necesitan ser evaluados por un profesional.
Señales de advertencia de suicidio
Algunas señales de advertencia importantes del comportamiento suicida en los niños son:
- Comportamiento agresivo u hostil
- Ansiedad o inquietud
- Un cambio de personalidad (de optimista a tranquilo)
- Disminución del interés en amigos, actividades o pasatiempos que antes disfrutaba
- Expresiones de desesperanza sobre el futuro, como «Ya no tendrás que preocuparte por mí».
- Sentimientos de inutilidad, vergüenza, culpa u odio hacia uno mismo
- Declaraciones frecuentes o publicaciones en las redes sociales sobre autolesiones o suicidio, como «Ojalá estuviera muerto».
- Regalar cosas de importancia.
- Descuidar la apariencia personal o el arreglo personal.
- Preocupación por la muerte en la conversación, la escritura o el dibujo.
- Comportamiento imprudente o arriesgado (como consumo de sustancias, conducción imprudente y promiscuidad sexual)
- Huyendo de casa
- Cambios en el sueño, el apetito o la energía
- Retiro de amigos y familiares.
Factores de riesgo para el suicidio
No siempre es fácil detectar los factores de riesgo que pueden contribuir al riesgo de que un niño tenga pensamientos y conductas suicidas. Sin embargo, reconocerlos y obtener ayuda puede salvarles la vida.
Si cree que su hijo o un ser querido tiene algunos de estos factores, considere programar una cita con un profesional de la salud mental para una evaluación del riesgo de suicidio. Si el adolescente es de alto riesgo, es posible que deba programar estas evaluaciones con regularidad.
- Antecedentes familiares de suicidio, depresión u otra enfermedad mental.
- Historial de abuso físico o emocional
- Pérdida de un familiar cercano, amigo o compañero de clase por suicidio u otra muerte súbita
- Historia previa de depresión u otra enfermedad de salud mental
- Intentos de suicidio anteriores
- Amenazas, acoso o violencia por parte de compañeros
Cómo ayudar a su hijo
Aquí hay algunas estrategias para ayudar a su hijo si cree que está teniendo pensamientos suicidas:
- ser consciente. Si bien es raro en los niños pequeños, el suicidio es posible. Conozca las señales de advertencia y los factores de riesgo que pueden aumentar el riesgo de suicidio de su hijo.
- Obtenga tratamiento para su hijo. Si su hijo está deprimido o tiene un alto riesgo de depresión u otra enfermedad mental, es esencial que reciba tratamiento.
- Mantener las armas bajo llave. El sentido común le dice que mantenga las armas, los medicamentos, el alcohol y los venenos fuera del alcance de los niños, pero esto es especialmente importante para los niños en riesgo de suicidio.
- Habla con tu hijo. Hablar sobre el suicidio no le dará a su hijo la idea de intentar suicidarse. Si un amigo u otro ser querido ha muerto, se suicidó o está muy enfermo, hable con su hijo al respecto y aborde sus sentimientos.
- Dile a otros. Si su hijo exhibe pensamientos o comportamientos suicidas, infórmeles a sus otros cuidadores y miembros del personal docente en la escuela para que puedan monitorear de cerca a su hijo cuando usted no esté presente.
Cuándo obtener ayuda inmediata
Es mejor prevenir que lamentar cuando se trata del bienestar de su hijo. Si cree que su hijo está en crisis y que ha tenido un intento de suicidio previo, amenaza con lastimarse a sí mismo, o simplemente tiene una «corazonada», consiga ayuda para su hijo de inmediato.
No esperes. Si es necesario, lleve a su hijo a una sala de emergencias pediátricas. No los dejes solos. Retire todo lo que haya en la casa que puedan usar para lastimarse.
Una palabra de Psyathome
Tener un hijo que está deprimido o tiene tendencias suicidas no lo convierte en un mal padre ni significa que usted hizo algo para causarle dolor. Lo mejor que puede hacer es ayudar a su hijo y apoyarlo en su recuperación.