No es fácil mantener la calma cuando estás enojado, pero es esencial. Después de todo, para mantener su ira en un nivel manejable, debe saber cómo mantener la compostura incluso cuando sienta que sus botones están siendo presionados.
Ser capaz de reconocer, comprender y controlar su ira le permite comunicarse de manera más efectiva. Esto, a su vez, conduce a relaciones más fuertes y saludables, tanto en su vida profesional como personal. Estos son nuestros mejores consejos para manejar el conflicto, la tensión y la ira.
Identifique (y evite) sus factores desencadenantes
Todos tienen diferentes «desencadenantes de ira» o cosas que comúnmente los llevan a responder con ira. Estos factores desencadenantes son exclusivos de cada persona y, por lo general, se basan en experiencias de vida individuales. Por ejemplo, si de niño se burlaban de usted por su peso, es posible que reaccione con enojo a los comentarios sobre su peso de adulto.
Aquí hay eventos y situaciones comunes que pueden desencadenar la ira en la mayoría de las personas:
- Un amigo bromeando sobre un tema delicado.
- Un amigo que no te devuelve el dinero que te debe
- Ser acusado injustamente
- Limpiando el desorden de otras personas
- rumores o chismes
- Violaciones del espacio personal
Conoce tu cuerpo
La ira no suele surgir de la nada. No eres despreocupado un minuto y furioso al siguiente. La mayoría de las personas experimentan una serie de señales físicas que les permiten saber cuándo están molestos. Las respuestas físicas comunes a un evento que provoca ira incluyen:
- mandíbula apretada
- Latido del corazón de carreras
- hombros apretados
- Respiracion superficial
- Sudar o temblar
Sintonizar estos cambios en su cuerpo le permite tomar medidas para controlar su ira. Al reconocer sus señales de advertencia personales, puede usar herramientas para reducir su ira antes de decir o hacer algo de lo que se arrepienta.
Respirar
Incluso si ya están discutiendo, nunca es demasiado tarde para detenerse y respirar profundamente. Cuando empieces a notar que te pones tenso, trata de concentrarte en la respiración. La clave es respirar profundamente desde el abdomen, obteniendo la mayor cantidad de aire fresco posible en los pulmones. La respiración lenta y profunda ayuda a contrarrestar el aumento de la tensión y activa la respuesta de relajación. Su ritmo cardíaco se hace más lento, la presión arterial disminuye y sus músculos se relajan.
Tomar un tiempo de descanso
Date un tiempo para calmarte. A medida que pase el tiempo, podrá ser más objetivo sobre los problemas y aclarar la verdad sobre la situación con mayor claridad. Entonces, si las cosas se están poniendo demasiado calientes, discúlpese por un momento. Toma un poco de agua o ve al baño. Incluso puede dar un paseo rápido alrededor de la cuadra.
Cuanto más tiempo te des a ti mismo para procesar tus emociones, es probable que sean menos intensas.
Escucha cuidadosamente
La escucha activa mejora la comunicación entre usted y la otra persona. Esto, a su vez, reduce la posibilidad de malentendidos. También fomenta la empatía y reduce los sentimientos de irritación antes de que tengan la oportunidad de hervir en ira en toda regla.
Dale tiempo a la otra persona para que explique su punto de vista sobre la situación. Puede que hayas reaccionado de forma exagerada. Es posible que todo el desacuerdo ni siquiera sea tan serio una vez que lo expliquen.
Las discusiones generalmente comienzan cuando una persona siente que no está siendo escuchada. Y a menudo se resuelven, no cuando ambas partes están de acuerdo, sino cuando todos se sienten escuchados y comprendidos.
Usa el humor
No se lo tome todo demasiado en serio y aprenda a reírse de sí mismo y de cualquier situación que provoque su ira en la que pueda encontrarse. Encontrar el humor en situaciones difíciles y frustrantes puede ayudar a tranquilizarlo, tanto física como fisiológicamente.
La risa desencadena la liberación de endorfinas, las sustancias químicas naturales del cuerpo para sentirse bien, y reduce el nivel de hormonas del estrés (cortisol, epinefrina y adrenalina) que se encuentran en la sangre.
El humor también ayuda a poner en perspectiva las irritaciones cotidianas. En el gran esquema de las cosas, la mayoría de los problemas no son más que molestias menores y no valen la pena ni su ira ni su tensión.
Busca ayuda
Si el enojo ha estado causando problemas en tu vida y estás luchando por controlar tu temperamento por tu cuenta, trata de hablar con un amigo o familiar. A veces, hablar sobre un problema o expresar sus sentimientos a esa persona puede ser útil.
Si continúa sintiéndose abrumado, es posible que desee buscar ayuda profesional. Un profesional de la salud mental puede llegar a la raíz de tu ira y ayudarte a encontrar formas saludables de lidiar con ella. Si bien no puede eliminar por completo los sentimientos de enojo, puede aprender formas saludables de expresarse y reducir la intensidad de sus emociones negativas.