La procrastinación puede ser un problema común para muchas personas con afecciones relacionadas con la ansiedad, incluido el trastorno de pánico. Existen numerosos síntomas del trastorno de pánico y rasgos comunes de personalidad ansiosa que pueden contribuir a la procrastinación.
A continuación se enumeran algunos obstáculos que pueden interponerse en el camino de su progreso hacia sus metas y responsabilidades. Léalos y considere si está permitiendo que estos posibles obstáculos conduzcan a la procrastinación.
Preocupación y perfeccionismo
Tener un trastorno de ansiedad lo pone a uno en riesgo de sufrir perfeccionismo hasta cierto punto.Tu exigencia personal de ser perfecto puede estar contribuyendo a tu lucha contra la procrastinación. Puedes pensar que el perfeccionismo es un atributo positivo.
Sin embargo, fijarse un estándar tan alto puede impedirle completar sus tareas y, a menudo, puede generar sentimientos de derrota. Es posible que, sin saberlo, esté utilizando el perfeccionismo como una forma de postergar la realización de su trabajo.
El perfeccionismo puede surgir de muchas formas diferentes. A menudo puede surgir a través de su diálogo interno y razonamiento personal. Por ejemplo, el perfeccionismo puede tomar la forma de declaraciones debería. Puede pensar para sí mismo: «Debería completar esta tarea perfectamente o no completarla». Tal autocrítica agrega presión a su vida y puede descarrilar sus intentos de alcanzar sus metas.
El perfeccionismo también puede conducir a la procrastinación cuando necesita tener todo perfectamente alineado antes de sentirse listo para trabajar en una tarea en particular. Es posible que siempre esté esperando el «momento perfecto» para comenzar a trabajar en una meta.
Por ejemplo, puede decirse a sí mismo que no puede trabajar en técnicas de relajación hasta que haya leído varios libros de autoayuda para el trastorno de pánico. O tal vez se dice a sí mismo que está demasiado ocupado en este momento para buscar ayuda profesional para su condición. Al esperar a que todo esté en orden, en realidad estás postergando cualquier progreso y cediendo a la procrastinación.
Del mismo modo, la preocupación puede impedirle cumplir sus tareas y metas.A veces, nuestra preocupación por los resultados finales nos impedirá completar ciertas responsabilidades.
Por ejemplo, es posible que posponga el revisar sus facturas por la preocupación de si podrá pagarlas. Tal vez ha pospuesto ciertas actividades de cuidado personal o ha hablado con su médico sobre el trastorno de pánico porque está nervioso por el resultado de estas tareas.
Uno de los mayores problemas tanto con la preocupación como con el perfeccionismo es que pueden hacer que tengas demasiado miedo de seguir adelante. Para comenzar a superar estos problemas, comience a pensar en cómo la preocupación y el perfeccionismo pueden estar frenándolo. Date permiso para cometer algunos errores. Evalúa si la perfección es necesaria e incluso posible.
Puede ser útil simplemente comenzar con una tarea estresante en lugar de seguir preocupándose por ella.
Cuanto más posponemos las cosas, más ansiosos comenzamos a sentirnos al respecto. Piense en las tareas que ha estado evitando y comience a tomar medidas para completarlas. Es posible que se sorprenda de lo menos ansioso que se siente cuando comienza a trabajar en sus metas y responsabilidades.
sentirse abrumado
Cuando se enfrenta a una tarea grande, es fácil sentirse desanimado por la cantidad de trabajo que tiene por delante. La procrastinación puede ser una señal de que simplemente no sabes por dónde empezar. Aplazar las cosas puede hacerte sentir mejor temporalmente, pero a la larga lo más probable es que agregue más estrés y ansiedad a tu vida.
A veces, cuando te sientas abrumado y sin saber por dónde empezar, empieza por algún lado.
Elija una pequeña cosa que pueda completar para lograr su objetivo más grande. Puede ser útil hacer una lista de los muchos pequeños pasos que lo llevarán a lograr una tarea mayor.
Por ejemplo, supongamos que tiene el objetivo de construir una red de apoyo social. Las tareas simples para comenzar pueden incluir: Determinar a quién ya conoce que puede ser parte de su sistema de apoyo, unirse a un foro de apoyo o preguntarle a su médico dónde puede encontrar terapia de grupo. Los objetivos a menudo se vuelven mucho más manejables cuando los divides en partes más pequeñas.
Miedo y Baja Autoestima
A veces somos retenidos por nuestras propias creencias negativas y miedos abrumadores. Las personas con trastornos de ansiedad a menudo son propensas a una baja autoestima y pueden tener dificultades para superar los patrones de pensamiento negativos.
La duda y el miedo pueden hacerte sentir que no lograrás alcanzar tus metas. Por ejemplo, puede sacar conclusiones apresuradas, creyendo que no tiene las habilidades necesarias para lograr sus objetivos.
Para superar sus miedos personales o autoconceptos negativos, comience a evaluar si realmente no tiene el conjunto de habilidades necesarias para completar una tarea específica.
Para comenzar, hágase estas preguntas: ¿Puede aprender y desarrollar estas habilidades necesarias por su cuenta? ¿Hay alguna manera de delegar sus tareas? ¿Conoces a alguien que puedas reclutar para ayudar? ¿Es posible contratar a alguien para ayudar a hacer el trabajo?
Por ejemplo, supongamos que tiene el objetivo de hacer más ejercicio físico, pero el miedo y la timidez le impiden ir al gimnasio. ¿Es posible que le puedas pedir a un amigo de confianza que te acompañe? ¿El gimnasio ofrece una guía o un entrenador para ayudarlo a ser más eficiente en el uso del equipo?
O tal vez te sentirías más cómodo haciendo ejercicio en casa. Cuando el miedo y la baja autoestima lo lleven a procrastinar, intente dejar atrás los pensamientos negativos y encuentre formas creativas de lograr sus metas.