La meditación tiene muchos beneficios para la salud y es una forma muy eficaz de aliviar el estrés y mantener un estilo de vida más saludable. Con la práctica, la meditación se convierte tanto en un hábito fácil de mantener como en uno más efectivo, dado que desarrolla resiliencia al estrés con el tiempo.
Esforzarse por aprender y practicar la meditación en realidad puede transformar su experiencia de estrés en su vida. Hay muchas formas diferentes de meditar, y esta técnica es una de las más básicas. Con la práctica, puedes utilizar esta técnica para sentir paz interior siempre que la necesites.
Práctica básica de meditación
He aquí cómo comenzar una práctica de meditación básica:
Paso 1: Póngase en una posición cómoda
Elige dónde y cómo te sentarás. A muchas personas les gusta sentarse en una silla cómoda, mientras que otras prefieren sentarse en el suelo con las piernas cruzadas. Desea poder relajarse por completo mientras permanece despierto.
Asegúrate de que tu postura sea la correcta. Es más fácil permanecer despierto durante largas meditaciones si tu espalda está recta. Si comienza su práctica de meditación con esto en mente, su cuerpo se acostumbrará a la posición a medida que avance por períodos de tiempo más largos.
Consejo: Si siente que sus hombros se desploman mientras medita, simplemente vuelva a enderezarlos. Una espalda recta también evitará el dolor durante las meditaciones más largas.
Si elige sentarse en una silla, siéntese hacia el frente del asiento y coloque los pies firmemente en el piso. Esto mejorará tu postura y te ayudará a concentrarte en tu práctica.
Paso 2: Cierra los ojos suavemente
Cuando esté en una posición cómoda, mire a lo lejos con una mirada suave, luego baje lentamente los párpados. Mantén la mandíbula floja y ligeramente abierta también. Quieres relajar todos tus músculos faciales.
Consejo: No apriete los ojos con fuerza. Si sientes que tu rostro se tensa, abre lentamente los ojos, vuelve a enfocar esa mirada suave y vuelve a bajarlos.
En esta etapa, su objetivo es relajar cada parte de su cuerpo. Si siente algo de tensión en ciertas partes de su cuerpo, respire profundamente y permita que lo relaje.
Paso 3: Deja los pensamientos a un lado
Si bien no puedes controlar tus pensamientos, puedes controlar cuánto poder tienen sobre ti. Esto no significa que debas ignorarlos o suprimirlos, sino simplemente mantener la calma, anotarlos y luego usar tu respiración para regresar al momento. Aprender a hacer esto durante su práctica de meditación puede ayudarlo a dejar que las cosas fluyan también en el resto de su vida.
Consejo: Si te dejas llevar por tus pensamientos, no seas duro contigo mismo. Tómese un momento, sin juzgar, para observar hacia dónde se fue su mente y luego regrese a su respiración.
Paso 4: Continúa
¡Eso es, de verdad! Sigue dejando de lado cualquier pensamiento que pueda surgir en tu mente. Los espacios tranquilos entre pensamientos se volverán más largos y frecuentes cuanto más tiempo practiques.
Consejos para ayudar a su práctica de meditación
Aquí hay algunos consejos más para tener en cuenta a medida que avanza en el camino hacia la mediación.
Dale tiempo
La meditación requiere práctica y mucha. Si espera hacerlo «perfectamente», en realidad puede crear más estrés del que alivias. No existe una sesión de meditación «perfecta» y si entras en ella con la expectativa de la perfección, es posible que te decepciones y no quieras seguir con ella.
Comience poco a poco y aumente
Comience con una sesión corta de 5 minutos. Después de que se sienta cómodo, pase a 10 o 15 minutos hasta que se sienta cómodo meditando en sesiones de 30 minutos.
Con la práctica, este tipo de meditación se vuelve más fácil y eficaz. Saldrás de una sesión de meditación sintiéndote relajado y renovado, listo para afrontar el resto del día.
Realice un seguimiento de su tiempo y establezca metas
Puede ser fácil perder la noción del tiempo mientras meditas y dos minutos pueden parecer una eternidad cuando recién comienzas. Esto puede hacer que se preocupe y tenga pensamientos como «¿Se acabó mi tiempo?» o «¿He meditado lo suficiente?»
Esos pensamientos frustran el propósito de despejar tu mente. Para combatir esto, es posible que desee configurar un temporizador. Use una aplicación en su teléfono y configúrela para la cantidad de tiempo que desea meditar durante esa sesión.
Asegúrate de usar un tono suave o configurarlo para que vibre para que no te sobresalte cuando se acabe el tiempo, luego apaga la pantalla y relájate.
Con la práctica, es posible que eventualmente te encuentres diciendo: «Guau, que fueron 10 minutos? ¡Podría durar más!» Cuando se sienta cómodo, omita el temporizador y permita que sus meditaciones duren tanto como sea necesario.
Prueba otro estilo de meditación
Si la experiencia es frustrante para usted y realmente no quiere continuar, puede encontrar más éxito con otros tipos de meditación como la meditación de respiración de karate.