El trastorno de pánico es un trastorno de ansiedad que implica ataques de pánico persistentes e inesperados. Estos ataques ocurren repentinamente, provocando sentimientos de miedo, ansiedad, nerviosismo y aprensión. Los síntomas emocionales de los ataques de pánico generalmente se experimentan junto con sensaciones somáticas, como frecuencia cardíaca acelerada, dolor en el pecho, mareos, temblores, náuseas y entumecimiento u hormigueo.
Las pacientes con trastorno de pánico que quedan embarazadas pueden sentirse preocupadas acerca de cómo el embarazo afectará sus síntomas y viceversa. Los estudios de investigación han sido mixtos, algunos encontraron que los ataques de pánico y la ansiedad aumentan durante el embarazo. Mientras que otros estudios sugieren que las mujeres embarazadas reportan una reducción en los síntomas de pánico y ansiedad.
No es posible determinar si sus ataques de pánico y otros síntomas relacionados con la ansiedad se agravarán durante el embarazo. Sin embargo, hay algunos pasos que puede seguir para ayudar a sobrellevar sus síntomas durante el embarazo y más allá.
Consejos para manejar los ataques de pánico durante el embarazo
Si te preocupa el embarazo y el trastorno de pánico, estos consejos sobre cómo manejar los ataques de pánico durante el embarazo pueden ayudarte.
Consulte primero con su médico
Cuando se trata de embarazo, parece que cada uno tiene sus propias anécdotas personales y opiniones firmes. Por ejemplo, es posible que tenga una hermana que comparta sus experiencias con el embarazo y le aconseje qué alimentos debe evitar o quizás tenga una tía a la que le guste contarle cuentos de viejas y mitos sobre el embarazo. Independientemente de cualquier consejo que reciba de otros, siempre consulte primero con su médico.
Hágale saber a su médico qué inquietudes tiene sobre su trastorno de pánico durante el embarazo. Su médico podrá ayudarlo a diferenciar la realidad de la ficción. Ella también estará allí para discutir a fondo las opciones de tratamiento durante el embarazo, incluidos los posibles riesgos y beneficios de los medicamentos para el trastorno de pánico.
Trabajar con un terapeuta
La psicoterapia puede ayudarla a manejar mejor sus ataques de pánico durante el embarazo. Su primera sesión de terapia consistirá en hablar sobre sus síntomas, historial médico y factores estresantes de la vida actual. A través del proceso de terapia, obtendrá una mejor comprensión de sus síntomas y desarrollará formas de sobrellevar su condición.
Su terapeuta también puede usar la psicoeducación para ayudarlo a comprender sus síntomas. El conocimiento y el apoyo brindado a través de la terapia pueden ayudar a reducir los temores relacionados con sus síntomas y ofrecer una sensación de control de sus ataques de pánico durante el embarazo.
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una de las formas más comunes de psicoterapia. La TCC se esfuerza por cambiar los pensamientos y comportamientos negativos hacia percepciones y acciones más saludables.
Por ejemplo, puede estar experimentando pensamientos que le provocan ansiedad, como «¿Mi ansiedad afectará mi embarazo?» o «¿Le molesta al bebé cuando tengo un ataque de pánico?» Tales pensamientos pueden contribuir a aumentar los sentimientos de miedo, ansiedad y pánico. A través de la TCC, puede aprender a identificar y cambiar este tipo de patrones de pensamiento por otros más positivos y que provoquen menos ansiedad.
Las técnicas de relajación también se aprenden a menudo a través del proceso de TCC. El estrés que se siente en todo el cuerpo debido a la ansiedad y el pánico puede reducirse mediante el uso de ejercicios de relajación. Estas técnicas te ayudan a aprender a sentirte más tranquilo, incluso cuando te enfrentas a la ansiedad. Algunas técnicas populares de relajación incluyen visualización guiada, técnicas de respiración profunda y relajación muscular progresiva (PMR).
Dedique más tiempo al cuidado personal
El embarazo es un momento especial en la vida de una mujer en el que a menudo se preocupa más por su salud y bienestar físico. Reservar algo de tiempo adicional para cuidarse puede ayudar a aliviar algo de su estrés y ansiedad.
Las prácticas de cuidado personal incluyen cualquier actividad que pueda realizar para mejorar su salud y bienestar general. Por ejemplo, sus actividades de cuidado personal pueden incluir algún tipo de ejercicio, practicar habilidades de manejo del estrés y descansar lo suficiente.
Consulte a su médico para analizar qué actividades son seguras para participar durante el embarazo.
Mantenga un sistema de apoyo
Tener seres queridos a quienes acudir puede ayudarla a sobrellevar sus miedos e incertidumbres sobre el pánico, la ansiedad y el embarazo. Infórmeles a sus amigos y familiares de confianza sobre sus inquietudes y alístelos para que estén disponibles en caso de que tenga algún tipo de emergencia. Es posible que no necesite llamar a nadie para pedir ayuda, pero puede ayudar a reducir su ansiedad simplemente sabiendo que sus seres queridos están allí para ayudarlo en caso de que los necesite.
Tenga un plan posparto
Es posible que hayas oído hablar de la depresión posparto, un término que se usa para describir cuando las mujeres experimentan síntomas de depresión, como sentimientos de desesperanza e inutilidad, después del nacimiento de su hijo. Del mismo modo, las mujeres diagnosticadas con un trastorno de ansiedad corren el riesgo de sufrir un aumento de la ansiedad después del parto. Los sentimientos de nerviosismo, miedo y aislamiento son comunes para las nuevas madres.
Afortunadamente, el aumento de la ansiedad y los síntomas relacionados con el pánico se pueden prevenir con cierta preparación. Aunque el posparto suele ser un momento ocupado para la mayoría de las mujeres, es importante que haga un seguimiento con su médico y/o terapeuta acerca de su trastorno de pánico. Continúe trabajando en los objetivos de su plan de tratamiento, como controlar la ansiedad, hacer frente a los ataques de pánico y lidiar con la soledad. Tener un plan posparto puede ayudarla a mantener el progreso en su camino hacia la recuperación.