A su hijo le va bien con la medicación para el TDAH, hasta que empieza a desaparecer. Luego, de repente desarrollan toda una gama de síntomas severos del estado de ánimo y del comportamiento. Si esto te suena familiar, no estás solo. Es probable que su hijo esté experimentando lo que a menudo se denomina rebote de medicación. Un pequeño porcentaje de niños con TDAH experimentan estos efectos de rebote al final de la dosificación de sus medicamentos.
A medida que desaparece el efecto del medicamento, las personas a veces experimentan efectos secundarios negativos, como un cambio marcado en su comportamiento, cambios de humor excesivos, irritabilidad, ira, nerviosismo, tristeza, llanto, fatiga e incluso un aumento en la gravedad de los síntomas del TDAH. Los efectos pueden ser muy perjudiciales y preocupantes, y es importante abordar este problema con el médico para que pueda corregirse.
Rebote vs efectos secundarios
El efecto rebote del medicamento no es lo mismo que un efecto secundario.
Los efectos secundarios son reacciones negativas al medicamento en sí. Un dolor de cabeza, dolor de estómago o pérdida de apetito pueden ser efectos secundarios de los medicamentos para el TDAH y, en la mayoría de los casos, se vuelven menos problemáticos en el transcurso de las primeras semanas de medicación.
El rebote, sin embargo, es el resultado de la velocidad a la que su hijo en particular metaboliza el medicamento. Sí, su hijo puede estar tomando una «píldora de cuatro horas», pero esa es una duración promedio de efectividad. Su hijo en particular puede metabolizar el medicamento más rápida o lentamente. Si su hijo tiene un metabolismo bastante alto, es posible que experimente una caída rápida en la eficacia del medicamento antes de que sea el «momento» de la siguiente dosis.
Impactos negativos del rebote de medicamentos
A menudo, el efecto rebote de la medicación se produce después de la escuela y antes de acostarse. Puede deberse a la realidad de que no hay una enfermera disponible para recordarle a su hijo que es hora de tomar la medicación y, en muchos casos, los padres todavía están en el trabajo o están distraídos por las demandas de la cena y otras tareas del hogar.
Este es el período de tiempo durante el cual los niños tienden a socializar y participar en actividades extraescolares. Las amistades y la pertenencia a equipos dependen de la capacidad de su hijo para responder a las instrucciones de un entrenador, colaborar con amigos o simplemente pasar el rato y conversar sin tomar el control ni ofenderse.
Si se produce un rebote del medicamento en la escuela, puede interferir con la sensación de bienestar de su hijo, así como con su éxito educativo, social y personal.
Cómo evitar el rebote de medicamentos
Hable con el médico de su hijo acerca de sus inquietudes. El rebote tiende a ocurrir con mayor frecuencia con los estimulantes de acción más corta que pueden salir rápidamente del sistema de su hijo. A veces, los médicos agregan una dosis muy pequeña de medicamento de liberación inmediata aproximadamente una hora antes de que ocurra este efecto de rebote para que la transición del medicamento sea más suave.
Para algunas personas, el efecto rebote se reduce en los estimulantes de acción más prolongada que se eliminan del sistema de forma más gradual. Como siempre, la buena comunicación con el médico es esencial para corregir cualquier efecto secundario negativo que se produzca con el medicamento, así como para controlar el progreso general del tratamiento.
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