Según un informe del Centro Nacional de Estadísticas de Salud, más de la mitad de todos los adolescentes en los EE. UU. han tenido relaciones sexuales antes de cumplir los 18 años. Desafortunadamente, los adolescentes pueden carecer de la madurez y los recursos emocionales para manejar adecuadamente las relaciones sexuales. No es raro que los adolescentes participen en conductas sexuales de riesgo, como la falta de protección o múltiples parejas sexuales.
El CDC informa que la mitad de todas las ETS recientemente reportadas ocurren en jóvenes entre las edades de 15 y 24 años y que casi la mitad de todos los estudiantes de secundaria sexualmente activos no usaron condones la última vez que tuvieron relaciones sexuales. El sexo sin protección aumenta significativamente el riesgo de contraer una infección de transmisión sexual (ITS) o experimentar un embarazo no deseado.
Las investigaciones sugieren que la autoestima es un factor importante para determinar si los adolescentes son sexualmente activos, pero el efecto es diferente entre niñas y niños.
Sexo adolescente y autoestima
Varios estudios han encontrado una conexión entre la autoestima y la actividad sexual de los adolescentes. Por ejemplo, un estudio inicial encontró que las niñas que informaron ser sexualmente activas tenían puntajes más bajos en las medidas de autoestima.Sin embargo, lo que los resultados no indicaron es si la autoestima era la causa o una consecuencia del sexo.
Un estudio encontró que la autoestima tenía diferentes efectos en los comportamientos sexuales de los chicos y chicas adolescentes:
- Las niñas más jóvenes con baja autoestima tienen más probabilidades de participar en actividades sexuales.
- Varones adolescentes con baja autoestima y menos probabilidades de ser sexualmente activos.
- Los niños que tienen una alta autoestima tienen casi 2,5 veces más probabilidades de iniciar relaciones sexuales.
- Las niñas con alta autoestima tienen tres veces menos probabilidades de tener relaciones sexuales.
La mitad de los niños que tenían alta autoestima en séptimo grado tenían relaciones sexuales en noveno grado. De las niñas con baja autoestima en séptimo grado, el 40% tuvo relaciones sexuales cuando estaban en noveno grado.
Otro estudio que analizó los comportamientos sexuales de riesgo en adolescentes nigerianos encontró que los adolescentes con baja autoestima tenían 1,7 veces más probabilidades de participar en comportamientos sexuales de riesgo, como tener relaciones sexuales sin condón, tener múltiples parejas sexuales y tener relaciones sexuales a cambio de drogas.
La investigación también sugiere que la baja autoestima puede ser un indicador de tener relaciones sexuales a una edad más temprana.
Quién está en riesgo
Es importante recordar que no todos los adolescentes con baja autoestima se volverán sexualmente activos. Por el contrario, una alta autoestima no es necesariamente una garantía de que su adolescente no se volverá sexualmente activo. De hecho, la investigación sugiere que una alta autoestima en realidad puede hacer que los niños más probabilidades de comenzar a tener relaciones sexuales.
Los niños que tienen un fuerte sentido de sí mismos y respeto por sí mismos no serán inmunes a los impulsos sexuales, pero tener una buena autoestima puede ayudarlos a manejar las relaciones de manera más madura. Los adolescentes que luchan con su propio sentido de autoestima pueden ser los más propensos a tomar decisiones imprudentes sobre el sexo.
Señales de advertencia que los padres deben buscar
A menos que tenga una relación muy abierta con su hijo, es posible que no sepa que es sexualmente activo a menos que surja un problema, como un embarazo no deseado, una enfermedad o una ITS.
Si su hijo está saliendo, debe asumir que existe la posibilidad de que se vuelvan sexualmente activos. Si tiene la suerte de tener una relación de mucha confianza con su hijo, es posible que venga y le pida consejo. De lo contrario, puede encontrar señales de anticonceptivos o evidencia de que su hijo está buscando momentos para estar a solas con un novio o novia en momentos privados.
Sin embargo, el mejor consejo es ser proactivo en lugar de esperar señales. Hable francamente con su hijo sobre el sexo. Trabaje activamente para asegurarse de que se valoren mucho a sí mismos y a su futuro.
Prevención
Como padre o cuidador, puede ayudar a fomentar una autoestima saludable en su adolescente, así como una relación de apoyo y cariño con usted, lo que puede alentar a su adolescente a tomar decisiones saludables en todos los aspectos de su vida, incluidas sus relaciones y su sexualidad.
Hable con el pediatra de su hijo
Si sospecha que su hijo adolescente tiene baja autoestima o está deprimido, hable con el médico de su hijo. El pediatra de su hijo puede detectar problemas potenciales y también brindar información sobre sexo seguro y opciones de control de la natalidad.
Los adolescentes sexualmente activos también necesitarán una educación sin prejuicios sobre los riesgos y responsabilidades del sexo, incluida la atención médica adecuada cuando corresponda.
Las actividades que elevan la autoestima pueden ayudar a los adolescentes a sentirse más empoderados y en control de sus vidas y cuerpos.
Abordar los signos de depresión
Si su hijo está deprimido o tiene problemas de baja autoestima, hay cosas que puede hacer para ayudarlo. El pediatra de su adolescente puede recomendar tratamientos como medicamentos o psicoterapia para abordar los síntomas subyacentes de depresión o ansiedad.
Ofrecer Educación Sexual de Calidad
Hallazgos recientes de las Encuestas Nacionales de Comportamiento de Riesgo de Jóvenes de los CDC indican que menos adolescentes se involucran en comportamientos sexuales de riesgo que en el pasado. Si bien la investigación no pudo señalar ninguna intervención específica como la causa de esta tendencia, el acceso a programas de educación sexual médicamente precisos e información educativa en línea puede desempeñar un papel importante.
Tales tendencias sugieren que los padres pueden reducir el riesgo hablando de tomar decisiones saludables y brindando información franca y fáctica sobre el sexo, incluidas las prácticas sexuales seguras y las consecuencias de los comportamientos de riesgo.