¿Qué determina cómo se desarrolla un niño? Si bien es imposible dar cuenta de todas y cada una de las influencias que contribuyen a que un niño se convierta eventualmente, lo que los investigadores pueden hacer es observar algunos de los factores más evidentes.
Estos incluyen aspectos como la genética, la paternidad, las experiencias, los amigos, la familia, la educación y las relaciones. Al comprender el papel que desempeñan estos factores, los investigadores pueden identificar mejor cómo dichas influencias contribuyen al desarrollo.
Visión de conjunto
Piense en estas influencias como bloques de construcción. Si bien la mayoría de las personas tienden a tener los mismos componentes básicos, estos componentes se pueden unir de infinitas maneras. Considere su propia personalidad en general. ¿Cuánto de lo que eres hoy fue moldeado por tus antecedentes genéticos y cuánto es el resultado de tu vida de experiencias?
Esta pregunta ha desconcertado a filósofos, psicólogos y educadores durante cientos de años y se la conoce con frecuencia como el debate entre la naturaleza y la crianza. ¿Somos el resultado de la naturaleza (nuestro trasfondo genético) o de la crianza (nuestro entorno)? Hoy en día, la mayoría de los investigadores están de acuerdo en que el desarrollo infantil implica una interacción compleja tanto de la naturaleza como de la crianza.
Naturaleza versus la crianza
Si bien algunos aspectos del desarrollo pueden estar fuertemente influenciados por la biología, las influencias ambientales también pueden desempeñar un papel. Por ejemplo, el momento en que ocurre el inicio de la pubertad es en gran medida el resultado de la herencia, pero los factores ambientales como la nutrición también pueden tener un efecto.
Desde los primeros momentos de la vida, la interacción de la herencia y el medio ambiente trabaja para dar forma a quiénes son los niños y en quiénes se convertirán. Si bien las instrucciones genéticas que un niño hereda de sus padres pueden establecer un mapa de ruta para el desarrollo, el entorno puede afectar la forma en que se expresan, moldean o silencian estas instrucciones.
La compleja interacción de la naturaleza y la crianza no solo ocurre en ciertos momentos o en ciertos períodos de tiempo; es persistente y de por vida.
Para comprender el desarrollo infantil, es importante observar las influencias biológicas que ayudan a moldear el desarrollo infantil, cómo las experiencias interactúan con la genética y algunos de los trastornos genéticos que pueden tener un impacto en la psicología y el desarrollo infantil.
Desarrollo infantil prenatal
Al principio, el desarrollo de un niño comienza cuando la célula reproductora masculina, o esperma, penetra la membrana externa protectora de la célula reproductora femenina, u óvulo. El espermatozoide y el óvulo contienen cromosomas que actúan como modelo para la vida humana.
Los genes contenidos en estos cromosomas están formados por una estructura química conocida como ADN (ácido desoxirribonucleico) que contiene el código genético, o instrucciones, que constituyen toda la vida. A excepción de los espermatozoides y los óvulos, todas las células del cuerpo contienen 46 cromosomas.
Como puede suponer, los espermatozoides y los óvulos contienen cada uno solo 23 cromosomas. Esto asegura que cuando las dos células se encuentren, el nuevo organismo resultante tenga los 46 cromosomas correctos.
Influencias medioambientales
Entonces, ¿cómo influyen exactamente las instrucciones genéticas transmitidas por ambos padres en el desarrollo de un niño y en los rasgos que tendrá? Para comprender completamente esto, es importante distinguir primero entre la herencia genética de un niño y la expresión real de esos genes.
Un genotipo se refiere a todos los genes que una persona ha heredado. Un fenotipo es cómo estos genes se expresan realmente.El fenotipo puede incluir rasgos físicos, como la altura y el color o los ojos, así como rasgos no físicos como la timidez y la extroversión.
Si bien su genotipo puede representar un modelo de cómo crecen los niños, la forma en que se juntan estos componentes básicos determina cómo se expresarán estos genes. Piense en ello como un poco como construir una casa. El mismo plano puede dar como resultado una variedad de casas diferentes que se ven bastante similares pero tienen diferencias importantes basadas en las opciones de material y color utilizadas durante la construcción.
La expresion genica
Que un gen se exprese o no depende de dos cosas diferentes: la interacción del gen con otros genes y la interacción continua entre el genotipo y el medio ambiente.
- Interacciones genéticas: Los genes a veces pueden contener información contradictoria y, en la mayoría de los casos, un gen ganará la batalla por el dominio. Algunos genes actúan de forma aditiva. Por ejemplo, si un niño tiene un padre alto y un padre bajo, el niño puede terminar dividiendo la diferencia por tener una estatura promedio. En otros casos, algunos genes siguen un patrón dominante-recesivo. El color de ojos es un ejemplo de genes recesivos dominantes en el trabajo. El gen de los ojos marrones es dominante y el gen de los ojos azules es recesivo. Si uno de los padres transmite un gen de ojos marrones dominante mientras que el otro padre transmite un gen de ojos azules recesivo, el gen dominante ganará y el niño tendrá ojos marrones.
- Interacciones gen-ambiente: El entorno al que está expuesto un niño tanto en el útero como durante el resto de su vida también puede afectar la forma en que se expresan los genes. Por ejemplo, la exposición a drogas dañinas mientras se está en el útero puede tener un impacto dramático en el desarrollo posterior del niño. La altura es un buen ejemplo de un rasgo genético que puede verse influenciado por factores ambientales.Si bien el código genético de un niño puede proporcionar instrucciones para la altura, la expresión de esta altura puede suprimirse si el niño tiene una nutrición deficiente o una enfermedad crónica.
Anomalías genéticas
Las instrucciones genéticas no son infalibles y pueden desviarse a veces. A veces, cuando se forma un espermatozoide o un óvulo, la cantidad de cromosomas puede dividirse de manera desigual, lo que hace que el organismo tenga más o menos de los 23 cromosomas normales. Cuando una de estas células anormales se une a una célula normal, el cigoto resultante tendrá un número impar de cromosomas.
Los investigadores sugieren que hasta la mitad de todos los cigotos que se forman tienen más o menos de 23 cromosomas, pero la mayoría de estos se abortan espontáneamente y nunca se convierten en un bebé a término.
En algunos casos, los bebés nacen con una cantidad anormal de cromosomas. En todos los casos, el resultado es algún tipo de síndrome con un conjunto de características distintivas.
Anomalías de los cromosomas sexuales
La gran mayoría de los recién nacidos, tanto niños como niñas, tienen al menos un cromosoma X. En algunos casos, alrededor de 1 de cada 500 nacimientos, los niños nacen con un cromosoma X faltante o con un cromosoma sexual adicional. El síndrome de Klinefelter, el síndrome X frágil y el síndrome de Turner son ejemplos de anomalías que afectan a los cromosomas sexuales.
El síndrome de Kleinfelter es causado por un cromosoma X adicional y se caracteriza por una falta de desarrollo de las características sexuales secundarias y problemas de aprendizaje.
El síndrome de X frágil se produce cuando una parte del cromosoma X se une a los otros cromosomas mediante una cadena de moléculas tan delgada que parece estar en peligro de romperse. Puede afectar tanto a hombres como a mujeres, pero el impacto puede variar. Algunos con X frágil muestran pocos o ningún signo, mientras que otros desarrollan una discapacidad intelectual de leve a grave.
El síndrome de Turner ocurre cuando solo está presente un cromosoma sexual (el cromosoma X). Afecta solo a las mujeres y puede resultar en baja estatura, cuello «palmeado» y falta de características sexuales secundarias. Los impedimentos psicológicos asociados con el síndrome de Turner incluyen problemas de aprendizaje y dificultad para reconocer las emociones transmitidas a través de las expresiones faciales.
Síndrome de Down
El tipo más común de trastorno cromosómico se conoce como trisomía 21 o síndrome de Down. En este caso, el niño tiene tres cromosomas en el sitio de los cromosomas 21 en lugar de los dos normales.
El síndrome de Down se caracteriza por características faciales que incluyen una cara redonda, ojos rasgados y una lengua gruesa. Las personas con síndrome de Down también pueden enfrentar otros problemas físicos, incluidos defectos cardíacos y problemas de audición. Casi todas las personas con síndrome de Down experimentan algún tipo de discapacidad intelectual, pero la gravedad exacta puede variar drásticamente.
Una palabra de Psyathome
Claramente, las influencias genéticas tienen una enorme influencia en cómo se desarrolla un niño. Sin embargo, es importante recordar que la genética es solo una pieza del intrincado rompecabezas que conforma la vida de un niño. Las variables ambientales que incluyen la crianza, la cultura, la educación y las relaciones sociales también juegan un papel vital.