La respuesta de lucha o huida (también conocida como respuesta de estrés agudo) se refiere a una reacción fisiológica que ocurre cuando estamos en presencia de algo que es mental o físicamente aterrador.
La respuesta de lucha o huida se desencadena por la liberación de hormonas que preparan su cuerpo para quedarse y enfrentar una amenaza o para huir a un lugar seguro.
El término «lucha o huida» representa las opciones que tenían nuestros antepasados antiguos cuando se enfrentaban al peligro en su entorno. Podían luchar o huir. En cualquier caso, la respuesta fisiológica y psicológica al estrés prepara al organismo para reaccionar ante el peligro.
En la década de 1920, el fisiólogo estadounidense Walter Cannon fue el primero en describir la respuesta de lucha o huida. Cannon se dio cuenta de que una cadena de reacciones que ocurrían rápidamente dentro del cuerpo ayudaba a movilizar los recursos del cuerpo para hacer frente a las circunstancias amenazantes.
Hoy en día, la respuesta de lucha o huida se reconoce como parte de la primera etapa del síndrome de adaptación general de Hans Selye (una teoría que describe la respuesta al estrés).
Qué sucede durante la respuesta de lucha o huida
En respuesta al estrés agudo, el sistema nervioso simpático del cuerpo se activa por la liberación repentina de hormonas. Luego, el sistema nervioso simpático estimula las glándulas suprarrenales, lo que desencadena la liberación de catecolaminas (incluidas la adrenalina y la noradrenalina).
Esta cadena de reacciones da como resultado un aumento de la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la frecuencia respiratoria.Una vez que desaparece la amenaza, el cuerpo tarda entre 20 y 60 minutos en volver a sus niveles previos a la excitación.
Probablemente pueda pensar en un momento en el que experimentó la respuesta de lucha o huida. Cuando se enfrenta a algo aterrador, puede sentir que se le aceleran los latidos del corazón, puede comenzar a respirar más rápido y todo su cuerpo se pone tenso y listo para actuar.
La respuesta de lucha o huida puede ocurrir ante un peligro físico inminente (como encontrarse con un perro que gruñe mientras trota por la mañana) o como resultado de una amenaza psicológica (como prepararse para dar una gran presentación en la escuela o el trabajo). ).
Los signos físicos que pueden indicar que la respuesta de lucha o huida se ha activado incluyen:
- Pupilas dilatadas: En momentos de peligro, el cuerpo se prepara para ser consciente de su entorno; la dilatación de las pupilas permite que entre más luz en los ojos y da como resultado una mejor visión del entorno.
- Piel pálida o enrojecida: El flujo de sangre a las áreas superficiales del cuerpo se reduce mientras que el flujo a los músculos, el cerebro, las piernas y los brazos aumenta. La palidez o la alternancia entre una cara pálida y enrojecida a medida que la sangre se precipita hacia la cabeza y el cerebro es común.La capacidad de coagulación de la sangre del cuerpo también aumenta para evitar la pérdida excesiva de sangre en caso de lesión.
- Ritmo cardíaco y respiración rápidos: Los latidos del corazón y la frecuencia respiratoria aumentan para proporcionar al cuerpo la energía y el oxígeno necesarios para impulsar una respuesta rápida al peligro.
- Temblor: Los músculos se tensan y se preparan para la acción, lo que puede causar temblores o sacudidas.
Por qué es importante
La respuesta de lucha o huida juega un papel fundamental en la forma en que lidiamos con el estrés y el peligro en nuestro entorno. Cuando estamos bajo amenaza, la respuesta prepara el cuerpo para luchar o huir.
La respuesta de lucha o huida puede desencadenarse tanto por amenazas reales como imaginarias.
Al preparar su cuerpo para la acción, estará mejor preparado para actuar bajo presión. El estrés creado por la situación en realidad puede ser útil, lo que aumenta las probabilidades de que pueda hacer frente a la amenaza de manera efectiva.
Este tipo de estrés puede ayudarlo a desempeñarse mejor en situaciones en las que está bajo presión para hacerlo bien, como en el trabajo o la escuela. Y en los casos en que la amenaza pone en peligro la vida, la respuesta de lucha o huida juega un papel fundamental en su supervivencia. Al prepararte para luchar o huir, la respuesta de lucha o huida hace que sea más probable que sobrevivas al peligro.
Si bien la respuesta de lucha o huida ocurre automáticamente, eso no significa que siempre sea precisa. A veces respondemos de esta manera incluso cuando no hay una amenaza real. Las fobias son buenos ejemplos de cómo la respuesta de lucha o huida puede desencadenarse falsamente ante una amenaza percibida.
Una persona a la que le aterrorizan las alturas puede experimentar una respuesta de estrés agudo si tiene que subir al último piso de un rascacielos para asistir a una reunión. Su cuerpo podría entrar en alerta máxima, con el aumento de los latidos del corazón y la frecuencia respiratoria. Si la respuesta es grave, puede provocar un ataque de pánico.
Comprender la respuesta natural de lucha o huida del cuerpo es una forma de ayudar a hacer frente a tales situaciones. Cuando notes que te estás poniendo tenso, puedes empezar a buscar maneras de calmar y relajar tu cuerpo.
La respuesta al estrés es uno de los principales temas estudiados en el campo de rápido crecimiento de la psicología de la salud. Los psicólogos de la salud están interesados en ayudar a las personas a encontrar formas de combatir el estrés y vivir vidas más saludables y productivas. Al aprender más sobre la respuesta de lucha o huida, los psicólogos pueden ayudar a las personas a explorar nuevas formas de lidiar con su reacción natural al estrés.