Si vive con TDAH, probablemente esté familiarizado con el concepto de «pensamiento excesivo». Es cuando tus pensamientos quedan atrapados en un bucle y repites una y otra vez los mismos pensamientos sin sentirte mejor ni encontrar una solución.
Su pensamiento puede quedarse atascado en las preocupaciones del día a día o en eventos futuros. Sin embargo, una gran parte de su pensamiento excesivo probablemente tenga que ver con eventos que sucedieron en el pasado. Ya sea algo que sucedió la semana pasada o hace décadas, sigues deseando haber hecho o dicho algo diferente. Te invaden sentimientos de vergüenza o arrepentimiento.
Debido a que su cerebro funciona más rápido que las personas sin TDAH, puede hacer más ciclos de pensamiento que sus compañeros sin TDAH. Esto significa que experimenta más de estos sentimientos negativos.
Es útil reflexionar sobre una situación y ver qué funcionó y qué haría diferente la próxima vez. Por otro lado, pensar demasiado es perjudicial y puede provocar tristeza o depresión. Puede hacerte sentir ansioso y disminuir tu confianza en tu capacidad para navegar por el mundo. También puede hacerte menos sociable porque eres consciente de lo que dices y haces.
Consejos para evitar pensar demasiado
Incluso si has pensado demasiado toda tu vida, puedes cambiar. Aquí hay cuatro sugerencias para ayudar.
Fíjate en las veces que piensas demasiado
Fíjate en los momentos específicos del día en que piensas demasiado. Por ejemplo: en la ducha, manejando a casa desde el trabajo, etc. Luego, crea un plan para dejar de pensar demasiado antes de que comience. Puede configurar un temporizador para una ducha de 4 minutos. De esa manera, no tienes la oportunidad de perderte en tus pensamientos. En el automóvil, puede escuchar un podcast atractivo.
Conozca sus desencadenantes
Podría haber factores desencadenantes en su vida que lo hagan más propenso a pensar demasiado. Por ejemplo: sentirse triste, sin dormir, con resaca o estresado. Es posible que no pueda evitar esas cosas por completo, pero si sabe cuándo es más probable que piense demasiado, puede estar más atento durante esos momentos.
Procese activamente sus inquietudes
Si bien pensar demasiado no es bueno, es muy útil procesar activamente sus inquietudes o preocupaciones. Siéntate con lápiz y papel y escribe todo lo que se te pase por la cabeza. En el otro lado del papel, escribe cualquier acción concreta que podrías tomar que ayudaría.
Por ejemplo, si te preocupas constantemente por hacer presentaciones en el trabajo, únete a Toastmasters. Si necesita planificar sus vacaciones, divídalas en pequeñas acciones a realizar. Como alquilar un coche, reservar un hotel. Si piensas demasiado en el pasado, ¿hay algo proactivo que puedas hacer para que no vuelva a suceder?
Encuentra distracción
Incluso después de haber creado un plan que aborde sus inquietudes, es posible que aún piense demasiado; que es donde la distracción es útil. Crea una lista de posibles actividades para distraerte en lugar de pensar demasiado. Estas actividades deben ser lo suficientemente convincentes e interesantes para que usted se involucre en ellas por completo en lugar de pensar. Lo que funciona para una persona puede no funcionar para ti, así que puedes personalizar tu lista. Aquí hay algunas sugerencias:
- Tener una conversación con un amigo
- Ver una película o un programa de televisión
- Juega un juego de computadora o un juego de mesa
- Ejercicio
- Realizar un acto de bondad para otra persona.
- Escuchar música
Una palabra de Psyathome
Si tiene dificultades para controlar sus pensamientos, hable con un profesional de la salud mental. La terapia de conversación puede ayudarlo a aprender nuevas habilidades y estrategias para manejar el pensamiento excesivo. También puede reducir los síntomas del TDAH y ayudarlo a sentirse y rendir al máximo.