Si tiene un trastorno de pánico, probablemente esté familiarizado con los síntomas de los ataques de pánico. Palpitaciones del corazón, temblores, temblores, entumecimiento y hormigueo son solo algunas de las sensaciones incómodas que a menudo se experimentan durante un ataque de pánico.La dificultad para respirar es otro síntoma común de los ataques de pánico que puede provocar sentimientos de miedo y malestar extremo. A continuación exploramos por qué ocurre esto y cómo afrontarlo.
Visión de conjunto
Las personas que experimentan ataques de pánico a menudo describen una incapacidad para respirar y la sensación de que no pueden llevar suficiente aire a sus pulmones. Otros informan que se siente como si se estuvieran ahogando o sofocando.
Cuando experimenta dificultad para respirar, puede esforzarse por introducir aire en su cuerpo tomando bocanadas de aire. No es raro que sienta que tiene una emergencia médica grave, como un derrame cerebral o un ataque al corazón. Aunque la dificultad para respirar es un síntoma común y rara vez significa un problema médico, puede aumentar los sentimientos de miedo y ansiedad durante un ataque de pánico.
Vuelo o lucha
La respuesta al estrés de huir o luchar es la reacción humana innata a situaciones potencialmente dañinas. Se cree que esta reacción ayudó a nuestros antepasados a huir o protegerse de las amenazas en su entorno. En la vida moderna, esta respuesta puede ocurrir como reacción al estrés causado por problemas comunes, como el tráfico, los plazos de trabajo o una discusión con un ser querido.
Ataques de pánico
Durante un ataque de pánico, esta respuesta se activa, indicando que estás en peligro. El cuerpo se prepara para un escape o combate rápido a través de sensaciones somáticas (físicas) que ayudan al cuerpo a concentrarse en una de estas dos tareas.
A medida que se establece la respuesta de huir o luchar durante un ataque de pánico, puede causar un cambio en su patrón de respiración. Su respiración puede volverse más superficial, más rápida y más restringida.
Estos cambios pueden reducir la cantidad de dióxido de carbono que circula por la sangre. Al disminuir los niveles de dióxido de carbono, la dificultad para respirar puede contribuir a síntomas físicos adicionales, como aturdimiento, dolor en el pecho, mareos y desmayos.
Maneras de hacer frente
Hay un par de formas de ayudar a controlar los problemas respiratorios durante un ataque de pánico.
Ejercicios de respiración
Como se mencionó, su patrón de respiración cambia cuando experimenta dificultad para respirar. Para volver a encarrilar su respiración, puede ser útil concentrarse deliberadamente en su patrón de respiración haciendo ejercicios de respiración.
Puede notar que durante un ataque de pánico, su respiración es rápida y errática. Un ejercicio de respiración profunda puede ayudarlo a calmarse y normalizar su patrón de respiración.
Comience por disminuir la velocidad de su respiración: tome una inhalación profunda por la nariz, llenando sus pulmones de aire. Cuando no pueda tomar más aire, exhale lentamente todo el aire por la boca. Continúe durante unos minutos con esta respiración profunda y decidida.
Observe cómo su centro se eleva al inhalar y se contrae al exhalar. A través de este simple ejercicio de respiración, puede comenzar a sentirse relajado y volver a una respiración más natural.
Técnicas de relajación
Los ejercicios de respiración son la base de muchas otras técnicas de relajación, como la relajación muscular progresiva (PMR), la meditación y la visualización. Estas técnicas están destinadas a reducir los sentimientos de tensión y estrés provocando una sensación de calma.
Las técnicas de relajación funcionan mejor cuando se practican con regularidad, incluso en momentos en los que no se siente ansioso. A través de la práctica y la persistencia, las técnicas de relajación pueden ser una estrategia eficaz para superar los ataques de pánico.
Obteniendo ayuda
Si experimenta dificultad para respirar regularmente durante los ataques de pánico, es importante buscar atención médica. Aunque comúnmente se asocia con el trastorno de pánico, los ataques de pánico también se experimentan a menudo con otros trastornos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad social (SAD) y el trastorno de estrés postraumático (PTSD).
Debido a que la ansiedad es común y afecta a las mujeres aproximadamente el doble que a los hombres, los expertos ahora recomiendan que todas las niñas y mujeres mayores de 13 años se sometan a pruebas de detección de ansiedad como parte de los servicios de atención médica preventiva.El diagnóstico y la intervención temprana pueden mejorar los resultados y el bienestar, por lo que siempre hable con su médico si le preocupan sus síntomas de ansiedad.
Una palabra de Psyathome
Solo su médico o profesional de salud mental calificado podrá diagnosticarlo adecuadamente. Su médico lo ayudará a formar un plan de tratamiento que puede incluir opciones como medicamentos recetados, psicoterapia y técnicas de autoayuda.
Si la dificultad para respirar es un problema persistente, hable con su médico. Podría ser un signo de otra condición, por lo que debe ser evaluado para descartar cualquier causa subyacente.