Las recaídas ocurren y son desalentadores cuando lo hacen. Sin embargo, no significan que haya fallado o que nunca se recuperará por completo. Estos contratiempos son en realidad una parte normal del proceso de recuperación y ofrecen la oportunidad de aprender y fortalecer la recuperación.
Primero definamos los términos: un lapso o desliz es la aparición de un síntoma menor, mientras que una recaída se refiere a la recurrencia de atracones o purgas frecuentes.Debido a que un lapso es un evento único, no necesariamente conduce a una recaída. Además, la forma en que uno responde a un lapso juega un papel importante en si se convierte en una recaída.
Mirando las estadísticas
Si ha experimentado una recaída, está en buena compañía.
Las tasas de recaída para clientes tratados con éxito por bulimia nerviosa oscilan entre el 31 % y el 44 % durante los primeros dos años de recuperación.
Algunos estudios han tratado de identificar las características del cliente que predicen la recaída (como la restricción calórica, los síntomas al alta y la alteración de la imagen corporal); sin embargo, en mi experiencia clínica, he llegado a creer que una línea de investigación más útil podría estar analizando la contribución de los eventos estresantes de la vida a la sintomatología física y psicológica (y las recaídas).
Un estudio realizado por Grilo y colegas (2012) examinó la relación entre los eventos estresantes de la vida y la recaída entre pacientes con bulimia nerviosa y trastorno alimentario no especificado (también conocido como EDNOS, la categoría ahora conocida como otro trastorno alimentario especificado).
En este estudio, los investigadores administraron la Evaluación de eventos de vida, un instrumento que evalúa 59 eventos negativos y 23 eventos positivos clasificados en dominios de estrés que incluyen trabajo, escuela, social/amistad, amor, familia, salud y finanzas. Los resultados mostraron:
Los eventos vitales estresantes negativos, en particular, mayor estrés laboral (p. ej., dificultades graves en el trabajo, despido o despido) y mayor estrés social (p. ej., ruptura o pérdida de un amigo), aumentan la probabilidad de recaída.
Medición del estrés
En mi trabajo clínico con clientes que lidian con fallas y recaídas, encuentro útil mirar un instrumento similar, la escala de reajuste social, una lista de verificación de 43 eventos estresantes de la vida. Esta medida fue publicada en 1967 por Holmes y Rahe. El propósito del inventario era catalogar eventos ambientales que habían sido identificados en las historias clínicas de los pacientes como precedentes frecuentes al inicio de la enfermedad psiquiátrica.
Un panel de jueces asignó escalas de Unidad de Cambio de Vida (LCU) a estos eventos. La escala incluía eventos tales como: muerte de un cónyuge (asignado el puntaje LCU más alto de 100), muerte de un familiar cercano (63), embarazo (40), cambio en el estado financiero (38) y abandono del hogar por parte del niño ( 29). Incluso los eventos que normalmente se consideran positivos, como el matrimonio (50), se incluyen porque cada uno de ellos suele estar asociado con el estrés.
Cuando publicaron la escala, Holmes y Rahe informaron que los eventos eran aditivos. Por lo tanto, si su cónyuge murió y lo dejó sin ingresos y un hijo se fue de casa al mismo tiempo, su puntaje LCU sería 100+40+29 = 169. Los investigadores afirmaron que un puntaje superior a 300 ponía a alguien en riesgo de enfermedad. Una puntuación de 150 a 299 indica un riesgo moderado de enfermedad (30 % menos que la categoría superior). Una puntuación por debajo de 150 se asocia solo con un ligero riesgo de enfermedad.
El modelo de Holmes-Rahe ha sido criticado principalmente por no tener en cuenta las diferencias individuales. La escala asume que cada factor estresante afecta a las personas de la misma manera, lo cual no es necesariamente cierto; por ejemplo, algunas personas pueden encontrar el divorcio extremadamente estresante, mientras que para otras puede ser un alivio.
Hablando con un médico
Si bien puede no ser un instrumento psicométricamente sólido, sin embargo lo encuentro clínicamente útil para ayudar a los clientes a comprender cuándo y por qué pueden haber ocurrido las recaídas. La cuantificación de los eventos de la vida ayuda a los clientes a ver los factores estresantes a los que pueden haber prestado poca atención.
Es importante hablar con su médico o profesional de la salud sobre los factores estresantes específicos en su vida, para que pueda identificar mejor los momentos en los que es más susceptible de volver al comportamiento bulímico.
Guía de discusión sobre bulimia
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Si ha tenido una recaída recientemente, vale la pena revisar esta medida, que puede ser autoadministrada, y considerar si puede identificar factores estresantes recientes en su vida.
A menudo, cuando los clientes experimentan un regreso de los síntomas, es después de eventos estresantes de la vida y/o transiciones, como ir a la universidad o comenzar un nuevo trabajo. Esto no es sorprendente: los comportamientos inadaptados arraigados regresan cuando uno se siente sobrecargado o se enfrenta a un entorno desconocido y las habilidades de afrontamiento más nuevas y saludables aún no se han arraigado.
Si ha tenido una recaída reciente, es importante revisar lo que sucedió y hacer un plan para volver a la normalidad. La forma en que respondes a un desliz o una recaída es en realidad más importante que el hecho de que haya ocurrido el desliz. Abordarlo de manera temprana y diligente puede evitar que un solo desliz se convierta en una recaída o que realmente descarrile su recuperación.
Qué hacer después de una recaída
- Reconocer y reconocer que el desliz o la recaída ha ocurrido
- No te castigues; practicar la autocompasión
- Resuelve volver a la pista.
- Pida ayuda a su red de apoyo y/o equipo de tratamiento.
- Trate de identificar qué factores contribuyeron al desliz/recaída y cómo puede manejar situaciones desencadenantes similares en el futuro.
- Identifique qué técnicas y estrategias de afrontamiento que lo ayudaron con la recuperación en el pasado que podría emplear nuevamente (por ejemplo, completar registros de alimentos, planificar comidas de manera más diligente, etc.).
- Considere volver al tratamiento, tal vez incluso para una o dos sesiones de refuerzo.
En la mayoría de los casos, el tratamiento después de una recaída o una recaída es más breve que el tratamiento original, y es probable que pronto regrese al camino de la recuperación.