La terapia electroconvulsiva (TEC) es un tratamiento seguro y eficaz para ciertos trastornos psiquiátricos como la depresión mayor, la catatonía, ciertos tipos de psicosis y, en ocasiones, para la manía bipolar.
Durante el procedimiento de ECT, se pasa una pequeña cantidad de corriente eléctrica a través del cerebro mientras se coloca al individuo bajo anestesia general. Esto desencadena una convulsión que afecta la actividad cerebral de manera que conduce a una mejoría clínica.
Si bien la TEC es un concepto aterrador para la mayoría de las personas, al comprender el procedimiento y qué esperar, puede tomar una decisión más informada si se recomienda el tratamiento para usted.
Antes del Procedimiento
El procedimiento de ECT tarda entre cinco y 10 minutos en realizarse, sin incluir el tiempo de preparación y recuperación. El día anterior al procedimiento, se le impondrían restricciones dietéticas, por lo general, no se permitiría comer ni beber después de la medianoche y solo se permitiría un sorbo de agua por la mañana para tomar la medicación.
Al llegar al hospital por primera vez:
- Se reunirá con una enfermera que tomará sus signos vitales y le preguntará sobre cualquier problema de salud que pueda tener o los medicamentos que esté tomando.
- También puede reunirse con el anestesiólogo, quien le preguntará si ha tenido anestesia en el pasado y si hubo reacciones adversas.
- Una vez en la sala de tratamiento, se insertará una vía intravenosa (IV) en una vena a través de la cual se administrarán la anestesia, los líquidos y otros medicamentos.
- Luego, lo conectarían a varias máquinas para controlar su presión arterial, respiración, frecuencia cardíaca y actividad cerebral.
Durante el Procedimiento
Una vez que esté preparado, su médico y anestesiólogo comenzarán el procedimiento, primero poniendolo bajo anestesia general y luego administrando corrientes eléctricas a través del cerebro con los siguientes pasos:
- El anestesiólogo administra dos medicamentos a través de la línea IV: anestesia para dormirlo y un relajante muscular para minimizar las contracciones musculares durante el procedimiento en sí.
- Un manguito de presión arterial se infla alrededor de su tobillo para evitar que el relajante muscular entre en el pie. Esto le permite al médico controlar la actividad de las convulsiones observando el pie «sin medicación».
- Se coloca una máscara de oxígeno sobre la cara. Se le dará un protector bucal para ayudar a proteger los dientes y la lengua.
- Una vez que esté dormido, el médico administra la corriente eléctrica presionando un botón en la máquina de ECT. Esto desencadenaría una convulsión que generalmente dura menos de 60 segundos más o menos. El médico podrá ver esto en su pie libre, así como en el monitor de la máquina de electroencefalograma (EEG).
Después del Procedimiento
Una vez que se completa el procedimiento, los efectos del anestésico de acción corta y del relajante muscular comenzarán a desaparecer rápidamente. Lo llevarán a un área de recuperación donde lo controlarán para detectar cualquier complicación. Cuando se despierte, puede experimentar un período de desorientación que dura desde unos pocos minutos hasta varias horas. Pueden presentarse dolores de cabeza, dolor de mandíbula y dolor muscular. La ECT requiere una serie de tratamientos, a menudo iniciados dos o tres veces por semana durante algunas semanas y luego la frecuencia se reduce gradualmente. A medida que avanza el curso del tratamiento, no es infrecuente la pérdida de memoria a corto plazo de las cosas aprendidas recientemente.
Se recomienda a las personas que se someten a TEC que no conduzcan el día del tratamiento y que alguien se quede con ellos inmediatamente después.