¿Qué es la estimulación cerebral profunda?
La estimulación cerebral profunda (DBS, por sus siglas en inglés) es un tratamiento quirúrgico que se usa para los trastornos del movimiento y algunos trastornos mentales resistentes al tratamiento.
Los electrodos se implantan quirúrgicamente en partes del cerebro donde se produce una actividad anormal. Los electrodos emiten impulsos que gestionan la actividad cerebral irregular. Un generador controla la estimulación cerebral que, de forma muy similar a un marcapasos, se coloca en la parte superior del pecho. El generador se conecta a los electrodos a través de un cable que pasa por debajo de la piel desde el pecho hasta el cerebro.
Los electrodos suelen estimular el cerebro de forma bilateral, lo que significa que ambos lados del cerebro reciben estimulación. Sin embargo, hay algunas condiciones en las que el tratamiento con electrodos debe ser unilateral, lo que significa que solo estimulan un lado del cerebro.
El tratamiento de estimulación cerebral profunda comienza una vez que se completa el proceso de recuperación después de la cirugía, que generalmente toma algunas semanas. Un proveedor médico encenderá el generador y comenzará el proceso de encontrar la mejor configuración para el tratamiento asignado. Esto puede resultar un poco incómodo al principio, y un efecto secundario temprano son los problemas del habla. Sin embargo, esto suele ser temporal.
Historia de la estimulación cerebral profunda
En 1987, el neurocirujano francés Alim Benabid descubrió que la estimulación eléctrica en los ganglios basales podía aliviar los síntomas de la enfermedad de Parkinson. Este descubrimiento desencadenó un momento innovador en la curación de los trastornos del movimiento.
Una década después, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó la estimulación cerebral profunda en 1997 para tratar los temblores relacionados con la enfermedad de Parkinson.
En 2009, se introdujo la estimulación cerebral profunda para el trastorno obsesivo compulsivo. Desde entonces, el uso de este procedimiento quirúrgico electivo ha tratado la depresión, la epilepsia y el síndrome de Tourette. Con menos frecuencia, pero de manera efectiva, este tratamiento también se ha utilizado para los dolores de cabeza crónicos, la adicción, la obesidad y la recuperación de un accidente cerebrovascular.
Aunque la estimulación cerebral profunda, como el público en general la entiende hoy en día, se introdujo a fines de la década de 1980, tiene raíces anteriores. A fines del siglo XIX, se descubrió la estimulación cerebral profunda estimulando la corteza cerebral de los animales. Esta experiencia temprana fue fundamental en futuras exploraciones de estimulación cerebral profunda.
Tipos de estimulación cerebral profunda
La terapia de estimulación cerebral profunda es parte de un alcance más amplio de terapias de estimulación cerebral. La estimulación cerebral profunda es una de las terapias de estimulación más conocidas. La terapia electroconvulsiva (TEC) es una terapia de estimulación cerebral muy controvertida y ampliamente estudiada que todavía se usa hasta el día de hoy. La terapia electroconvulsiva se utiliza en el tratamiento del trastorno depresivo mayor y el trastorno bipolar.
Otras formas de terapias de estimulación cerebral incluyen:
- Estimulación del nervio vago (VNS): La estimulación del nervio vago se usó inicialmente para tratar la epilepsia, aunque ahora también se usa para tratar la depresión. Es similar a la estimulación cerebral profunda: también utiliza un dispositivo colocado debajo de la piel que activa electrodos para administrar pulsos eléctricos. Sin embargo, los electrodos se colocan en el nervio vago, en lugar del cerebro.
- Estimulación magnética transcraneal repetitiva (rTMS): La estimulación magnética transcraneal repetitiva puede tratar la depresión, la psicosis, la ansiedad y otras enfermedades mentales. Fue desarrollado en 1985 y utiliza un imán para activar el cerebro. La parte del cerebro que se activa depende de la condición de presentación.
- Terapia de convulsiones magnéticas (MST): La terapia de convulsiones magnéticas es una forma más nueva de estimulación cerebral que se usa para tratar trastornos mentales, como la depresión mayor y los trastornos bipolares. La terapia de convulsiones magnéticas utiliza pulsos magnéticos para estimular el cerebro para inducir una convulsión.
¿Para qué se utiliza la estimulación cerebral profunda?
La estimulación cerebral profunda es útil tanto para trastornos neurológicos como psicológicos resistentes al tratamiento. Puede tratar trastornos del movimiento como la enfermedad de Parkinson, los temblores y la distonía antes mencionados. Los trastornos psicológicos también pueden beneficiarse.
Por ejemplo, la depresión resistente al tratamiento puede beneficiarse de una estimulación cerebral profunda. Si bien los estudios iniciales han sido prometedores, aún no ha sido aprobado por la FDA y todavía se considera un tratamiento experimental.
El trastorno obsesivo-compulsivo resistente al tratamiento también se trata con éxito mediante estimulación cerebral profunda.
Beneficios y consideraciones de la estimulación cerebral profunda
El mayor beneficio que ofrece la estimulación cerebral profunda es la oportunidad de finalmente sentir alivio. Particularmente en el caso de los trastornos psicológicos, puede hacer maravillas en condiciones que simplemente no han respondido a otras formas de tratamiento.
En el caso de que otros tratamientos no alivian los síntomas de una enfermedad mental como la depresión o el trastorno obsesivo-compulsivo, la estimulación cerebral profunda puede ofrecer cierto alivio.
Si bien la estimulación cerebral profunda es un tratamiento efectivo, requiere cirugía. Para muchos, el estrés de someterse a un procedimiento quirúrgico electivo puede ser un impedimento importante.
Peligros potenciales de la estimulación cerebral profunda
La estimulación cerebral profunda es un procedimiento médico serio. Para aquellos que reciben estimulación cerebral profunda por trastornos neurológicos, puede haber efectos secundarios psicológicos negativos.
Por ejemplo, un estudio sobre personas que padecían la enfermedad de Parkinson reveló una mayor probabilidad de desarrollar síntomas depresivos después de la cirugía. Sin embargo, estos síntomas pueden desaparecer y, si es necesario, los proveedores médicos pueden ajustar el tratamiento en consecuencia.
Otros efectos secundarios generales incluyen infección, dolor de cabeza y mal funcionamiento del dispositivo. Algunos pueden experimentar problemas de habla y fatiga. Vale la pena señalar que los efectos secundarios son raros y se pueden manejar con ajustes en la estimulación cerebral profunda y atención médica.
Una palabra de Psyathome
Vivir con una condición psicológica resistente al tratamiento puede sentirse aislado y desalentador. Si pierde la esperanza en su búsqueda de un tratamiento adecuado, comuníquese con su proveedor médico para ver si este tratamiento podría brindarle alivio.