La información presentada en este artículo puede ser desencadenante para algunas personas. Si tiene pensamientos suicidas, comuníquese con el Línea de vida nacional para la prevención del suicidio en 1-800-273-8255 para el apoyo y la asistencia de un consejero capacitado. Si usted o un ser querido están en peligro inmediato, llame al 911 de inmediato.
Para obtener más recursos de salud mental, consulte nuestra base de datos de la línea de ayuda nacional.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Salud Mental de Jóvenes LGBTQ 2019el 39% de los encuestados había «considerado seriamente intentar suicidarse» en los últimos 12 meses. Una de las mayores fuentes de esta desesperación es el acoso entre homosexuales. La inquietante prevalencia del acoso entre homosexuales y los suicidios de jóvenes puede tener a los padres preocupados por la depresión y los pensamientos y comportamientos suicidas en los niños. Aprenda qué signos debe tener en cuenta y obtenga ayuda, si es necesario.
¿Qué es el acoso gay?
La intimidación, en general, se define ampliamente como la exposición repetida a lo largo del tiempo a las acciones negativas intencionales de una o más personas. Estas acciones negativas pueden tomar la forma de insultos, amenazas o violencia física. El acoso cibernético, cuando un acosador acosa o amenaza a alguien en línea, también es común.
El acoso gay generalmente está dirigido a personas que se identifican como (o se percibe que son) parte de la comunidad LGBTQ+. La palabra «gay» en este contexto pretende ser un término general en lugar de describir exclusivamente la intimidación de los niños homosexuales.
Lamentablemente, algunas investigaciones indican que el 90 % de los jóvenes LGBTQ+ en la escuela han sufrido acoso o intimidación en función de su identidad de género y/u orientación sexual. Dos tercios de los estudiantes LGBTQ+ han experimentado acoso sexual, como contacto inapropiado o comentarios explícitos.
Los efectos del acoso gay
Hay una variedad de consecuencias asociadas con el acoso escolar en general, que pueden incluir un impacto negativo en la autoestima, sentimientos de aislamiento, síntomas de depresión y pensamientos o acciones suicidas.
Durante la adolescencia, los niños se esfuerzan por establecer una identidad separada de sus familias. Un rito de paso para este tiempo es formar relaciones románticas. Desafortunadamente, algunos niños LGBTQ+ no reciben el apoyo o la aprobación necesarios de otros para establecer estas relaciones.
La falta de apoyo social y familiar, combinada con el acoso homofóbico, puede aumentar la probabilidad de depresión o pensamientos o conductas suicidas.
Además, los estudiantes LGBTQ+ acosados que sienten que su escuela acepta menos la diversidad y no disfrutan ir a la escuela también tienen tasas más altas de consumo de alcohol y marihuana, así como sentimientos depresivos y suicidas.
Sin embargo, es importante recordar que hay formas de reducir el riesgo de problemas de salud mental. El apoyo familiar, las relaciones positivas con los compañeros y un entorno escolar inclusivo pueden mitigar los efectos del acoso.
¿Qué pueden hacer los padres?
Si bien saber que su hijo está siendo acosado puede hacer que se sienta impotente, hay algunas cosas esenciales que un padre puede hacer para ayudar a su hijo:
- Apoye a su hijo. Como se mencionó anteriormente, los jóvenes LGBTQ+ con padres que los apoyan tienen menos probabilidades de experimentar impactos negativos severos a causa del acoso escolar. En general, los niños con apoyo familiar y social tienen menos probabilidades de sentirse aislados y solos. Hable con su hijo acerca de sus sentimientos y verbalice que usted está detrás de ellos en todo momento.
- Intervenir productivamente. Aborde el acoso LGBTQ+ de una manera productiva. Esto significa llegar a recursos de la comunidad por ayuda Es posible que desee alertar al maestro o al consejero escolar de su hijo sobre la situación. Si cree que la escuela no ha abordado adecuadamente el acoso, es posible que desee llevar el problema a la atención del superintendente o de la oficina del departamento de educación de su estado.
- Haga que su hijo sea evaluado y tratado por depresión. Los síntomas como el declive académico, la pérdida de interés en áreas de interés anterior, el retraimiento social, los cambios en el sueño y el apetito, los síntomas físicos inexplicables/vagos o el llanto excesivo inexplicable pueden ser síntomas de depresión. Si cree que su hijo está deprimido o tiene tendencias suicidas, haga que lo evalúe su pediatra u otro proveedor de atención médica mental. El tratamiento es la mejor opción para la recuperación.