¿Qué es lo que nos motiva a hacer las cosas que hacemos? Hay muchas teorías de la motivación, una de las cuales se centra en los niveles de excitación. La teoría de la excitación de la motivación sugiere que las personas se ven impulsadas a realizar acciones para mantener un nivel óptimo de excitación fisiológica.
¿Cuál es exactamente el nivel óptimo de motivación? Bueno, varía de un individuo a otro. Algunas personas pueden requerir un mayor nivel de excitación, lo que podría motivarlos a buscar actividades emocionantes y estimulantes. A otras personas les puede ir mejor con niveles de excitación mucho más bajos, por lo que pueden sentirse obligados a buscar actividades calmantes y relajantes.
¿Qué es la teoría de la motivación de la excitación?
De acuerdo con la teoría de la motivación de la excitación, cada persona tiene un nivel de excitación único que es adecuado para ellos. Cuando nuestros niveles de excitación caen por debajo de estos niveles óptimos personalizados, buscamos algún tipo de estimulación para elevarlos.
Por ejemplo, si nuestros niveles bajan demasiado, podemos buscar estimulación yendo a un club nocturno con amigos. Si estos niveles se elevan demasiado y nos sobreestimulamos, podemos estar motivados para seleccionar una actividad relajante, como salir a caminar o tomar una siesta.
Uno de los supuestos clave de la teoría de la excitación es que estamos motivados para emprender acciones que nos ayuden a mantener un equilibrio ideal.
Cuando nos excitamos demasiado, buscamos actividades relajantes que nos ayuden a calmarnos y relajarnos. Si nos aburrimos, nos dirigimos en busca de actividades más vigorizantes que nos energicen y despierten. Se trata de lograr el equilibrio correcto, pero ese equilibrio es único para cada individuo.
La teoría de la excitación comparte algunos puntos en común con la teoría de la reducción del impulso. Pero en lugar de centrarnos en reducir la tensión, la teoría de la excitación sugiere que estamos motivados para mantener un nivel ideal de excitación.
Características clave
Hay varias características de la teoría de la motivación de la excitación que distinguen esta línea de pensamiento.
Los niveles de excitación son altamente individuales
Los niveles óptimos de excitación varían de un individuo a otro. Hay muchos factores que pueden influir en los niveles óptimos de excitación de cada persona, incluida la genética, la experiencia y el estado de ánimo actual.
Sus preferencias de excitación, en general, pueden estar especificadas por su composición genética, pero los factores ambientales también pueden desempeñar un papel en cómo se siente en un momento dado. Una persona puede tener necesidades de excitación muy bajas, mientras que otra persona puede necesitar niveles muy altos.
El comportamiento está motivado por los niveles de excitación
La persona con necesidades de excitación bajas puede estar motivada para realizar actividades simples como tejer o ver una película para mantener sus niveles de excitación. El individuo con altas necesidades de excitación, por otro lado, puede estar motivado para buscar actividades arriesgadas o emocionantes como carreras de motos o paracaidismo para mantener sus niveles ideales.
Si necesita aumentar sus niveles de excitación, podría:
- Participar en actividad física
- socializar con amigos
- Prueba algo nuevo y emocionante.
- Mira una película llena de acción
Si necesita reducir sus niveles de excitación, podría:
- Disfruta de un pasatiempo relajante
- Lee un libro
- Tómate un baño
- Tomar una siesta
No importa cuáles sean sus necesidades de excitación, estará motivado a actuar para mantener estos niveles. Si necesita más excitación, buscará acciones diseñadas para elevar esos niveles. Si necesita menos, buscará formas de calmarse y relajarse.
La excitación influye en el rendimiento
Una de las afirmaciones de la teoría de la motivación de la excitación es que nuestros niveles de excitación pueden influir en nuestro desempeño. Pero, de nuevo, el equilibrio es clave.
Los niveles más altos de excitación a veces pueden ayudarnos a desempeñarnos mejor, pero también pueden afectar el rendimiento si los niveles de excitación son demasiado altos.
Este concepto se conoce comúnmente como la Ley de Yerkes-Dodson. La ley establece que mayores niveles de excitación mejorarán el rendimiento, pero solo hasta que se alcance el nivel óptimo de excitación. En ese punto, el rendimiento comienza a sufrir a medida que aumentan los niveles de excitación. Además, si estás haciendo una tarea compleja, los niveles altos o bajos de excitación te afectarán más que si estás haciendo algo simple.
La mayoría de los estudiantes han experimentado este fenómeno al realizar los exámenes finales. Una mayor excitación puede conducir a un mejor desempeño en la prueba al ayudarlo a mantenerse alerta, concentrado y atento. La excitación excesiva puede provocar ansiedad ante los exámenes y dejarlo nervioso e incapaz de concentrarse en el examen. Cuando los niveles de excitación son muy altos o muy bajos, el rendimiento tiende a ser peor.