La autoconciencia es una habilidad importante que ayuda a los niños a comprender no solo por qué hacen las cosas, sino también cómo manejar mejor su propio comportamiento. Sin embargo, es importante reconocer que es una habilidad que no siempre se desarrolla completamente en los niños. Afortunadamente, hay cosas que los padres y cuidadores pueden hacer para ayudar a los niños a ser más conscientes de sí mismos.
Por qué los niños luchan con la autoconciencia
Si le pregunta a un niño pequeño por qué se involucró en un comportamiento inapropiado o negativo, a menudo responderá «No lo sé». Esta es una respuesta honesta porque es posible que muchos niños no sepan por qué hicieron algo.
Los adultos frecuentemente les piden a los niños explicaciones por su comportamiento. Esto se debe a que los adultos piensan que si logran que los niños lo expliquen, los niños no lo volverán a hacer.
La mayoría de los padres son culpables de hacer esta pregunta repetidamente. Sin embargo, hacerlo rara vez evita que el mismo comportamiento vuelva a ocurrir en el futuro.
Preguntando a nuestros hijos por qué no cambia constantemente el comportamiento, pero los adultos continúan haciéndolo de todos modos.
Desafortunadamente, cuando adquirimos el hábito de preguntar continuamente “por qué” en torno a los comportamientos negativos, sin darnos cuenta, podemos entrenar a nuestros hijos para que inventen excusas para sus acciones. Eventualmente, los niños pueden asumir que si pueden inventar una buena excusa, pueden salir del problema.
El problema es que esto no cambia el comportamiento. Lo que los niños aprenden es que pueden hacer lo que quieran siempre que inventen una buena historia al respecto. También les da a los niños la oportunidad de discutir para que sea menos probable que los padres vuelvan a mencionarlo.
Cómo enseñar la autoconciencia
Michael Manos, PhD, director del Centro de Salud Conductual Pediátrica del Hospital Infantil de la Clínica Cleveland, ha trabajado durante más de 25 años en psicología pediátrica, educación especial y psicología de niños y adolescentes. Sugiere que los padres deberían dejar de preguntar a nuestros hijos por qué y empieza a preguntarle 4 que es.
En lugar de centrarse en por qué los niños hicieron algo, a menudo es más útil centrarse en lo que hicieron, lo que sucedió y lo que podrían haber hecho en su lugar.
Identificar el comportamiento y las consecuencias
Después de que un niño haya tenido un comportamiento negativo, guíelo a través de estos pasos.
- Identifique el comportamiento: Pregúntele a su hijo: «¿Qué hiciste?» Lo primero que debe hacer es ayudar al niño a ver el problema.
- Enfócate en las consecuencias: El segundo paso se ocupa de las consecuencias del comportamiento del niño. Pregúntele a su hijo: «¿Qué pasó cuando hiciste eso?»
Estas dos preguntas identifican un comportamiento y una consecuencia. A través de este proceso, explica el Dr. Manos, está ayudando a un niño a aprender a autocontrolarse, a observar su comportamiento y ver qué efecto tiene su comportamiento en el medio ambiente y las personas que lo rodean.
Esto puede ser especialmente poderoso para los niños con TDAH, quienes tienden a tener dificultad para conectar los puntos entre su comportamiento y las consecuencias que produce.
El Dr. Manos describe algunas advertencias sobre la implementación de este enfoque. “La mayoría de los niños no te dirán lo que hicieron; culparán a alguien más, al otro niño oa usted, si tienen un largo historial de que usted les pregunte por qué. Así que terminan desviando la rendición de cuentas”.
Él sugiere comenzar con las dos primeras preguntas inicialmente. “El objetivo aquí es enseñar a un niño a monitorear y describir su propio comportamiento, a observarse a sí mismo y a observar el efecto que sus acciones tienen en el mundo que lo rodea”, explica.
Anime a pensar en comportamientos futuros
Una vez que un niño comienza a lograr avances en esta comprensión y conciencia de sus comportamientos, los padres pueden agregar las siguientes dos preguntas, que están relacionadas con el comportamiento futuro.
- Anímelos a pensar en alternativas: Pregúntele a su hijo: «¿Qué podrías haber hecho en su lugar?» Esto puede ayudarlos a pensar en otras soluciones a sus problemas.
- Centrarse en las consecuencias futuras: Una vez que hayan pensado en otras soluciones, pregúnteles: «¿Qué hubiera pasado si hubieras hecho eso?».
“Entonces, comportamiento futuro, consecuencias futuras”, explica el Dr. Manos. “Los 4 Qué es una estrategia muy potente, ya que muchas personas no son conscientes de sí mismas, no son autoobservadoras y crecen para desviar la culpa, dar excusas y no rendir cuentas”. The 4 Whats aborda esto y ayuda a un niño a aprender y practicar un comportamiento apropiado para reemplazar el comportamiento inapropiado.
Al igual que con todas las estrategias de manejo del comportamiento, es importante recordar no usar los 4 Qué es cuando está molesto o cuando su hijo está molesto. Tómese unos momentos para refrescarse antes de iniciar una conversación.
Un enfoque tranquilo y neutral, que no culpe, será más productivo y propicio para el aprendizaje. La experiencia también será mucho más satisfactoria tanto para los padres como para los niños.
Una palabra de Psyathome
Enseñar la autoconciencia es un proceso que lleva tiempo. Pero ayudar a los niños a desarrollar esta habilidad los ayudará en una variedad de entornos a lo largo de la vida, desde controlar su propio comportamiento y emociones hasta perseguir metas.