Las personas que sufren de trastorno de pánico a menudo luchan con creencias irracionales. Tener un sistema de creencias defectuoso puede intensificar su experiencia con la ansiedad, los ataques de pánico y otros síntomas relacionados con el pánico. Siga leyendo para obtener más información sobre las creencias irracionales y lo que puede hacer para superarlas.
¿De dónde viene su sistema de creencias?
Una teoría de cómo percibimos el mundo y actuamos dentro de él es el resultado de nuestro sistema de creencias subyacente. Este sistema de creencias se desarrolla desde la primera infancia, en base a las aportaciones de otras personas significativas en nuestras vidas y nuestras propias experiencias de vida. Sin embargo, desarrollar un sistema de creencias no siempre es un proceso racional porque nuestras suposiciones a menudo se basan en entradas tanto lógicas como ilógicas.
Creencias ilógicas y contraproducentes
Albert Ellis, un psicólogo estadounidense que es considerado el abuelo de la terapia cognitiva conductual (TCC), identificó tres creencias irracionales básicas que conducen a la autodestrucción:
- “Debo hacerlo bien y ganarme la aprobación de los demás o de lo contrario no soy bueno”.
- “Otras personas deben tratarme con consideración y justicia, o de lo contrario no son buenas y merecen ser condenadas y castigadas”.
- “Debo obtener lo que quiero, cuando lo quiero. Si no obtengo lo que quiero, es terrible e intolerable”.
Digamos que experimenta emociones como tristeza, depresión o incluso enojo por su incapacidad para asistir a una función social porque teme tener un ataque de pánico. Sus temores de tener un ataque de pánico en una reunión social pueden ser algo como esto:
- “Si tengo un ataque de pánico y tengo que irme, la gente pensará que estoy loco”.
- «No puedo dejar que nadie se entere de que tengo un trastorno de pánico. Tengo que mantener mi pánico en secreto o la gente pensará menos de mí».
- “Si tuviera un ataque de pánico durante el evento, estaría tan avergonzado que nunca podría volver a enfrentarme a nadie”.
Tal vez no sea la anticipación del pánico lo que está causando su confusión interna, sino su sistema de creencias subyacente sobre el rechazo o el fracaso. Por ejemplo:
- “Siempre debo tener la aprobación de los demás o de lo contrario no valgo nada”.
- “Si alguien me rechaza, soy un fracaso”.
- “Tengo que ser perfecto para gustarle a otras personas”.
- «Debo tener éxito».
- “Nunca debo mostrar debilidad o la gente pensará menos de mí”.
- “Tengo que conseguir las cosas que quiero o de lo contrario me siento inútil”.
Cambiar creencias irracionales
Antes de que podamos cambiar nuestras creencias irracionales, primero tenemos que descubrir cuáles son. Detectar creencias irracionales no es tarea fácil porque han sido interiorizadas.
Para cuestionar y cambiar las creencias irracionales, debemos transitar por un proceso de detección y debate.
Detector – Es común que los sistemas de creencias subyacentes tengan límites bastante rígidos. A menudo, la creencia irracional se mantiene en forma de demandas de «debería», «debe» y «debería» que nos imponemos a nosotros mismos oa los demás. Por ejemplo:
debatiendo – Ahora que ha identificado sus creencias, es hora de debatirlas. ¿Son lógicos? ¿Tiene sentido que siempre debas tener éxito? ¿Son realistas? ¿Cómo sabes que la gente pensará menos en ti si conocen tus luchas contra el trastorno de pánico?
Una nueva forma de pensar
Cambiar tus creencias irracionales conduce a una nueva forma de pensar sobre ti mismo, los demás y tu entorno. Estos cambios en sus pensamientos conducirán a cambios en sus comportamientos y sentimientos. Tu nueva forma de pensar te permite alcanzar un nivel de aceptación de esas imperfecciones que alguna vez fueron tan preocupantes. A medida que continúas desafiando y debatiendo tus creencias irracionales, pierden fuerza y te liberas de sus consecuencias emocionales.