Un síntoma clave del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) son las compulsiones. Las compulsiones son comportamientos realizados en respuesta a un pensamiento obsesivo. Una persona con TOC puede repetir estos comportamientos una y otra vez, posiblemente durante horas, para tratar de aliviar la ansiedad. En el TOC, los ejemplos de compulsiones incluyen lavarse las manos o contar repetidamente, pero todas las personas con TOC son diferentes y pueden mostrar comportamientos diferentes.
Aunque las personas con TOC se sienten impulsadas a participar en estos comportamientos, probablemente no quieran hacerlo. Aunque los comportamientos disminuyen los sentimientos negativos de ansiedad, culpa o miedo, lo hacen solo temporalmente y toman mucho tiempo. El comportamiento obsesivo puede afectar significativamente la calidad de vida.
Compulsiones comunes en el TOC
Una compulsión puede ser un acto físico o mental. Los ejemplos de compulsiones comunes entre las personas con TOC incluyen:
- Revisar repetidamente para asegurarse de que las puertas y ventanas estén cerradas con llave o que los electrodomésticos estén apagados; algunas personas con TOC tienen que revisar su vecindario para asegurarse de que no hayan golpeado a alguien con su automóvil o agredido a alguien
- Limpieza excesiva de la casa, la ropa y/o el cuerpo
- Contar objetos, letras, palabras o acciones
- Hacer actividades de rutina repetidamente, como ponerse de pie o subir y bajar escaleras
- Solicitar o exigir tranquilidad de los miembros de la familia o proveedores de atención médica, como «Mis manos deberían estar limpias ahora, ¿verdad?»
- Repetir frases o secuencias de palabras en voz alta o mentalmente
- Reorganizar objetos para garantizar un orden y/o simetría específicos
- Hacer las cosas en múltiplos; por ejemplo, encender y apagar la luz cinco veces porque cinco es un número «bueno»
A veces, el comportamiento compulsivo está presente en otras condiciones, como la adicción, el trastorno por atracón o el trastorno por acumulación. Estos no son lo mismo que el trastorno obsesivo-compulsivo, aunque hay síntomas superpuestos.
Obsesiones comunes en el TOC
Las obsesiones son la otra mitad del trastorno obsesivo-compulsivo, la experiencia que provoca las conductas compulsivas. Las obsesiones involucran pensamientos, sentimientos e imágenes mentales que pueden parecer como si estuvieran tomando el control. Pueden hacer que las personas con TOC sientan una terrible falta de control, así como una ansiedad, miedo, asco, vergüenza o culpa significativos. Las obsesiones comunes entre las personas con TOC incluyen:
- Miedo a la contaminación, como gérmenes, virus, fluidos corporales, animales, enfermedades, productos químicos o suciedad.
- Miedo a perder el control de sí mismo al actuar de acuerdo con pensamientos o impulsos, como lastimar a alguien, robar, soltar palabrotas o volverse violento
- Miedo de lastimar accidentalmente a otra persona debido a algo que hizo u olvidó hacer, como no limpiar el agua que derramó y hacer que alguien se resbale y se caiga
- Obsesiones sexuales no deseadas, pensamientos o imágenes sobre niños, incesto y/o agresividad
- Preocupación por vivir una vida lo suficientemente moral
- Miedo a perder u olvidar algo importante
- Preocuparse por lo rectos o uniformes que son los objetos
- Incapacidad para tomar decisiones sobre qué guardar y qué tirar.
- Una fijación en que ciertos números y/o colores sean buenos/correctos o malos/incorrectos
Tratamiento para conductas obsesivas
El tratamiento para el TOC está disponible. Los pensamientos obsesivos y los comportamientos compulsivos a menudo se pueden reducir drásticamente mediante la terapia conductual, como la terapia cognitivo-conductual (TCC) o la terapia de prevención de exposición y respuesta (ERP).
Algunas personas también se benefician de los medicamentos. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) como Prozac (fluoxetina), Luvox (fluvoxamina), Paxil (clorhidrato de paroxetina) o Zoloft (sertralina) pueden ser útiles para tratar el TOC.