Haz cambios positivos
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Ahora que estás tranquilo, sabes lo que sientes y por qué. El siguiente paso es planificar qué cambios hará y seguir adelante a medida que se presenten las oportunidades.
En última instancia, las emociones fuertes que acompañan a las situaciones estresantes pueden inspirarlo a tomar medidas y aprender a lidiar con los desafíos que enfrenta. Después de analizar la situación y sus sentimientos al respecto, tome medidas sabias hacia un cambio positivo.
Incluso pequeños cambios pueden conducir a resultados significativos. Por ejemplo, si está estresado por la necesidad de un nuevo trabajo, dedicar 30 minutos a hacer contactos o buscar puede ayudarlo a sentirse más empoderado que pasar 30 minutos paralizado por el estrés, el miedo o los pensamientos depresivos.
Moverse en la dirección correcta, aunque sea lentamente, puede ayudar a aliviar algo de lo que siente en una situación estresante.
Después de haber tomado las medidas que puede tomar, o si no hay nada que pueda hacer de inmediato, participe en una actividad que le distraiga de lo que lo tiene deprimido. Has lidiado con el problema tanto como has podido por ahora, y es hora de seguir adelante.
No caigas en la trampa de la rumia. Sal a caminar con un amigo, mira una película divertida, haz algo bueno por otra persona o encuentra alguna otra forma de mantenerte ocupado. La clave es alejar la mente de la situación.