El término medición de referencia puede referirse a una medición de cualquier problema, ya sea un problema de comportamiento de un niño o una enfermedad social en la comunidad. Sin embargo, en términos de un niño que se porta mal, una medida de referencia se refiere a la medida inicial de un comportamiento.
Digamos, por ejemplo, que un niño con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) repetidamente suelta respuestas en clase. La medición de referencia evaluaría con qué frecuencia el niño se involucra en este comportamiento. Un educador que observa al niño determina que tiene estos arrebatos al menos 11 veces al día.
Cómo funciona la línea base de comportamiento
Esta línea base de comportamiento se mide antes de que se inicie una intervención. El maestro del niño u otro miembro de la facultad mediría la tasa de referencia de la conducta fuera de la tarea del estudiante antes de implementar un sistema de modificación de la conducta diseñado para aumentar la conducta en la tarea del estudiante.
La medición inicial, en comparación con las mediciones posteriores después de la intervención, brinda un punto de partida para medir la eficacia de la intervención.
En el caso del niño con TDAH, el maestro podría darle al niño algunas estrategias para dejar de gritar las respuestas en clase. El maestro podría intentar reforzar la conducta positiva. Por ejemplo, cada vez que el niño levante la mano antes de darle una respuesta a la maestra, ella podría recompensar al niño de alguna manera, como permitirle que sea su ayudante cuando reparta papeles a los estudiantes en clase o darle minutos extra de tiempo. tiempo libre de lectura.
Después de usar estas estrategias para reducir los comportamientos negativos del estudiante, el maestro mediría una vez más la frecuencia con la que el niño suelta respuestas en lugar de esperar a que lo llamen en clase. Después de usar estrategias de modificación del comportamiento, el maestro descubre que el niño ahora solo suelta respuestas en clase unas cinco veces al día. Esto le permite saber al educador que su plan de intervención está funcionando.
Si el niño continúa soltando respuestas 11 veces al día, la misma cantidad que hizo cuando tomó la medida de referencia de su comportamiento, la maestra sabría que necesita idear un método de intervención diferente para corregir el comportamiento del niño.
Qué hacer cuando falla un plan de modificación de conducta
Los maestros y los padres deben considerar alternativas cuando un plan de modificación de conducta sale mal. En lugar de usar únicamente el refuerzo positivo para reducir el número de arrebatos que tiene el niño con TDAH en clase, tal vez el niño también deba enfrentar las consecuencias negativas de sus arrebatos. El maestro puede determinar que es posible que sea necesario realizar otras modificaciones para ayudar con los problemas de comportamiento del estudiante.
Alejar al niño de un estudiante en particular puede ayudar si se determina que el compañero de clase está incitando al niño. O tal vez el niño está sentado en la parte de atrás del salón de clases y siente que gritar es la única manera de que lo escuchen. Un consejero escolar o un psicólogo podrían brindar más información sobre la raíz de los problemas de conducta del niño.