La ira es una emoción humana normal. Todo el mundo se enfada de vez en cuando. Puede ser una persona (como un cónyuge, un compañero de trabajo o un completo extraño), un objeto (como un parquímetro) o una situación (como un vuelo perdido o un embotellamiento). La ira también puede darnos información útil, como cuando se ha violado un límite.
La ira puede tomar varias formas y variar en severidad desde una molestia leve hasta una ira intensa. Sin embargo, es importante que la ira se procese de manera que no sea dañina o destructiva para nosotros mismos o para los demás. Enojarse con frecuencia y no poder controlar la ira podría indicar que una persona tiene problemas de ira.
“Tener problemas de manejo de la ira generalmente significa que alguien tiene problemas para regular o comunicar su ira y, como resultado, a menudo actúa de manera destructiva, lo que podría dañar a otros o a sí mismo”, dice Leigh McInnisLPC, director ejecutivo de Newport Healthcare.
Si esto le suena a alguien en su vida, es posible que se pregunte cómo ayudarlo con sus problemas de ira. Este artículo enumera los indicadores de que una persona tiene un problema de manejo de la ira y algunas formas de ayudarlos. También explora el impacto de la ira en las relaciones y algunas estrategias que pueden ayudarlo a lidiar con una persona que tiene dificultad para controlar su ira.
Signos de problemas de ira
Según McInnis, los problemas de manejo de la ira pueden manifestarse de muchas maneras diferentes, que pueden incluir:
- La persona a menudo parece irritable, ya sea consigo mismo o con otras personas.
- La persona es propensa a romperse cuando se le hacen preguntas simples.
- La persona parece estar enfadada o tensa todo el tiempo, sin ningún desencadenante identificable que desencadene este enfado.
- La persona se comporta agresivamente cuando se enfada.
- La persona tiende a guardar rencor y alberga pensamientos de venganza.
- La persona se lastima a sí misma o a otros, ya sea verbal, emocional o físicamente.
- La persona se irrita mucho ante molestias leves o cosas insignificantes, a menudo más allá de lo que parece una reacción normal.
- La persona es intolerante con los errores o debilidades de los demás.
- La persona se enfada al recordar cosas que le molestan.
- La persona a menudo está hosca y de mal humor.
- La persona expresa su ira dando portazos, golpeando paredes y otros comportamientos agresivos.
- La persona se vuelve violenta cuando está enojada, lastimándose a sí misma oa los que la rodean.
- La persona se vuelve un enfado de «nivel 10» en respuesta a un disparador de nivel 1, 2 o 3.
Impacto de los problemas de ira
La ira puede parecer efectiva a corto plazo; por ejemplo, alguien que se enoja con sus hijos y les grita puede sentirse satisfecho si eso significa que hacen sus tareas. Sin embargo, a largo plazo, los problemas de ira pueden afectar la salud, las relaciones, el trabajo y la calidad de vida general de la persona.
Impacto en las relaciones
McInnis describe algunas de las formas en que los problemas de ira pueden afectar las relaciones de una persona:
- Los amigos, familiares y compañeros de trabajo pueden sentir que tienen que andar con pies de plomo cuando tratan con una persona que tiene problemas de ira.
- Los problemas de ira explosiva pueden dificultar que los demás confíen en la persona, le hablen honestamente o se sientan cómodos con ella, lo que afectará negativamente sus relaciones.
- Los problemas de ira de la persona pueden llevarla a sentirse socialmente aislada porque la gente no quiere estar cerca de este tipo de comportamiento.
- Las tendencias agresivas y violentas pueden poner en riesgo de daño a la familia y los amigos de la persona y hacer que se sientan inseguros.
Estos factores pueden perturbar la armonía en el círculo familiar y social de la persona, y dificultar que conserve un trabajo.
Impacto en la salud física
La ira es un estado emocional y fisiológico que va acompañado de una oleada de energía y ciertos cambios biológicos en el cuerpo. Estos cambios incluyen:
- Tension muscular
- Frecuencia cardíaca rápida
- Aumento de la presión arterial
- Aumento de hormonas como la adrenalina
Los ataques de ira frecuentes, intensos o prolongados pueden afectar la salud física de la persona. Según McInnis, los efectos físicos a largo plazo de la ira descontrolada pueden incluir:
- dolores de cabeza
- Ansiedad
- Alta presión sanguínea
- Mayor riesgo de enfermedades del corazón
Cómo ayudar a alguien que tiene problemas de ira
Si alguien cercano a usted tiene problemas para controlar la ira, es posible que esté preocupado por ellos y desee ayudarlo. McInnis comparte algunos pasos que puede seguir para ayudarlos.
Anímelos a buscar ayuda profesional
Anime a la persona a ver a un profesional de la salud mental, como un terapeuta. Muchos terapeutas se especializan en el manejo de la ira y los problemas relacionados con la ira. También existen diferentes formas de terapia que pueden ayudar a tratar la ira, como:
- Terapia de comportamiento cognitivo (TCC): Este es el tipo de terapia más común para problemas relacionados con la ira. Implica identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamientos inútiles. Por ejemplo, un terapeuta puede llevar a una persona con problemas de ira a través de escenarios que normalmente desencadenarían la ira, trabajando con ellos para reconocer su reacción exagerada y desarrollar habilidades de afrontamiento más saludables.
- Terapia familiar: Esta forma de terapia puede ayudar a abordar los problemas causados por la ira dirigida a la familia. Puede ayudar a las personas a resolver problemas con su pareja, hijos, padres y hermanos, ayudando a mejorar la comunicación y promover la comprensión y el perdón.
- Terapia de sistemas familiares internos (IFS): La teoría de los sistemas familiares sostiene que hay diferentes partes del yo (al igual que hay diferentes partes de una familia). Algunas partes del yo pueden verse afectadas por el trauma. El objetivo de IFS es darle a una persona acceso a todas las partes de sí misma para que pueda manejar mejor las emociones.
- Terapia psicodinámica: Esta forma de terapia puede ayudar a la persona a comprender mejor y abordar las causas fundamentales de su ira.
- psicoterapia sensoriomotora: El enfoque sensoriomotor de la psicoterapia está orientado al cuerpo, lo que significa que se enfoca en cómo el trauma y las emociones se almacenan en el cuerpo. Este tipo de terapia utiliza el movimiento para ayudar a sanar el trauma y liberar emociones como la ira.
- Experimentación somática (SE): La experiencia somática también se enfoca en la conexión del cuerpo y la mente. A veces se usa para ayudar a las personas con trastorno de estrés postraumático (TEPT) a regular las emociones mediante el uso de la conciencia corporal y pensando en recuerdos positivos.
Explore los recursos para el manejo de la ira
Hay varios grupos de apoyo y programas de manejo de la ira, tanto en persona como en línea, que pueden ser útiles. Identifique uno que podría ser apropiado para la persona y anímelo a unirse.
También hay varios libros, videos, podcasts y otros recursos diseñados para ayudar a las personas con problemas de ira. Puede compartirlos con la persona y animarlos a explorarlos, para ayudarlos a mejorar sus habilidades de comunicación.
Sugiera un chequeo de salud
También puede ser útil para la persona hacerse un chequeo de salud y un escáner cerebral SPECT, que puede identificar cualquier motivo orgánico potencial que contribuya a los problemas de control de la ira.
Cómo lidiar con alguien que tiene problemas de ira
McInnis sugiere algunas estrategias que pueden ayudarlo a lidiar con una persona que tiene problemas de ira:
- Mantén la calma y trata de no arremeter como respuesta, incluso si es difícil.
- Dale a la persona espacio para autorregularse y hazle saber que estás abierto a hablar cuando ambos se hayan calmado.
- Establece límites emocionales y físicos para cuidar tu propio bienestar. Comuníqueles sus límites antes y después de conflictos acalorados, en lugar de intentar hacerlo cuando las cosas se calientan.
- Evita decir cosas como “Siempre arruinas todo y nunca vas a cambiar”. Apéguese a las declaraciones de «yo» en su lugar. Trate de usar la frase, «Me siento ____ porque ____». Por ejemplo, puedes decir “Me sentí triste y asustado cuando me gritaste”. Hágales saber que se preocupa por ellos y sea auténtico sobre el impacto de su ira en usted y en la relación.
- Haga un seguimiento de una declaración de «yo» con cómo le gustaría sentirse y cómo le gustaría ser tratado. Por ejemplo, puedes decir «Quiero sentirme ___ y solicito ___».
- Evite hacer afirmaciones como «¿Por qué estás enojado? No es gran cosa» o «Deja de ser tan emocional/sensible/dramático».
- Cuando esté escuchando a un ser querido con problemas de manejo de la ira, recuerde que no es su responsabilidad “arreglarlo”. No necesitas cambiarte de ninguna manera para tratar de evitar o detener su ira.
- Si la situación se intensifica, pida un tiempo muerto y tómense un poco de espacio el uno del otro. Se necesitan al menos 20 minutos para que el sistema nervioso se regule y se calme y para que los niveles químicos asociados con la ira vuelvan a los niveles normales. Si cada uno se toma un descanso, hágalo durante al menos 20 minutos, tiempo durante el cual debe tratar de no repetir el incidente en su mente, ya que hacerlo podría enojarlo más. Trate de dar un paseo si es posible.
- Prioriza tu seguridad. Cree un plan de seguridad si es necesario, que incluya a quién puede llamar y dónde puede ir para salir de una situación peligrosa. Si es necesario, busque apoyo para la violencia doméstica. Si su pareja o familiar arremete con ira, esto puede constituir abuso físico, emocional, verbal y/o psicológico.
- Dejar o terminar una relación siempre es una opción si su ser querido tiene problemas para controlar su ira.
Una palabra de Psyathome
Tratar con alguien que tiene problemas de ira puede afectar su salud mental y física. Si bien es importante brindarles la ayuda que necesitan, es igualmente importante que usted tome medidas para protegerse. Aproximadamente el 10% de las experiencias de ira van seguidas de agresión.
McInnis recomienda confiar en personas de confianza, buscar seguridad o apoyo si lo necesita y ver a un terapeuta o unirse a un grupo de apoyo para que se sienta escuchado y apoyado.