Conclusiones clave
- Sentirse asustado, nervioso y molesto es normal en tiempos de incertidumbre. A medida que aprende más sobre el COVID-19 y cómo protegerse, es esencial que sea proactivo en el cuidado de su salud mental.
- La forma en que las personas reaccionan a las noticias puede verse influenciada por la forma en que se presentan. Si bien desea mantenerse informado de fuentes de noticias confiables, es posible que deba establecer límites en su consumo diario de medios.
- Si descubre que su rutina típica de cuidado personal y sus estrategias de afrontamiento no son efectivas, comuníquese con un profesional de salud mental para obtener ayuda.
Es aterrador saber que una enfermedad como el coronavirus (COVID-19) se está extendiendo por todo el mundo. Los sentimientos de miedo, ansiedad, tristeza e incertidumbre son normales durante una pandemia. Afortunadamente, ser proactivo con respecto a su salud mental puede ayudarlo a mantener su mente y su cuerpo más fuertes.
Las formas de cuidarse incluyen:
- Leer las noticias de fuentes confiables (y tomar descansos de las noticias)
- Reconocer las cosas que Ud. lata control, como tener una buena higiene
- Tomar medidas solo si lo recomienda el CDC
- Practicando el autocuidado
- Buscar ayuda profesional de un profesional de salud mental con licencia si es necesario
Formas de manejar el estrés
La forma en que lidia con el estrés puede contribuir en gran medida a garantizar que esté tomando medidas útiles para controlar su salud mental. Aquí hay formas de ayudarlo a aliviar la ansiedad que rodea al coronavirus.
Lea noticias de fuentes confiables.
Evite los medios de comunicación que generen exageraciones o se detengan en cosas que no se pueden controlar. En su lugar, recurra a fuentes que brinden información confiable sobre cómo protegerse, como el Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CENTROS PARA EL CONTROL Y LA PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES).
Desarrolle un plan de acción.
Siempre hay algunos pasos que puede tomar para disminuir el riesgo. Puede ser tan simple como lavarse bien las manos y limitar los viajes. Pero reconocerlos puede recordarte que te concentres en las cosas sobre las que tienes control. Solo asegúrese de que los pasos que está tomando sean acciones recomendadas por fuentes confiables.
Establezca límites en su consumo de medios.
Sintonizar las historias de los medios que hablan sobre la rapidez con la que se propaga una enfermedad o cuántas personas se enferman aumentará su ansiedad. Limite su consumo de medios a un cierto período de tiempo o una cierta cantidad de artículos.
Si bien es útil mantenerse informado, también es importante que no permita que lo bombardeen con noticias que provoquen ansiedad todo el día.
Evita la mentalidad de rebaño.
Tenga en cuenta que muchas personas toman medidas que no ayudan. No se suba al carro solo porque otras personas usan máscaras o realizan rituales de limpieza específicos (a menos que los CDC recomienden esas cosas). De lo contrario, sus acciones podrían resultar inútiles, o tal vez incluso destructivas.
Practique un buen cuidado personal.
Comer una dieta balanceada, dormir lo suficiente y participar en actividades de ocio siempre son claves para ayudarlo a mantenerse lo más saludable física y psicológicamente posible durante los momentos estresantes. El buen cuidado personal también mantiene fuerte su sistema inmunológico.
Busque ayuda profesional.
Si su salud mental se ve afectada por el estrés del coronavirus, es posible que desee buscar ayuda profesional. Un profesional de salud mental con licencia puede ayudarlo a controlar sus miedos y al mismo tiempo lo capacita para tomar las mejores decisiones para usted y su familia.
Obtenga consejos del podcast de Psyathome Mind
Presentado por la editora en jefe y terapeuta Amy Morin, LCSW, este episodio de The Psyathome Mind Podcast comparte cómo lidiar con la ansiedad relacionada con la pandemia.
Preocupaciones de salud mental
Además de los problemas de salud mental que pueden surgir como resultado de la ansiedad que rodea a una pandemia, es importante monitorear las condiciones de salud mental existentes para asegurarse de que no empeoren.
Depresion y ansiedad
Los investigadores han descubierto que algunas personas pueden experimentar problemas de salud mental por primera vez durante una pandemia. Pueden surgir problemas de adaptación, depresión y ansiedad.
Un estudio del brote del virus del Ébola en Sierra Leona indicó que un mayor número de personas reportaron problemas psicosociales y de salud mental. Un estudio del brote de influenza H1N1 en 2009 indicó un aumento en una variedad de síntomas emocionales, incluidos los trastornos somatomorfos (síntomas como dolor y fatiga que no pueden explicarse completamente por una causa física).
Además, algunas condiciones de salud mental existentes pueden empeorar. Las investigaciones sugieren que las personas que son especialmente vulnerables al estrés y la ansiedad pueden correr el mayor riesgo.
La ansiedad severa también puede causar un aumento en el uso de sustancias. Las personas que han estado en recuperación pueden volverse más propensas a recaer a medida que aumentan sus niveles de estrés.
Investigadores de la Universidad de Carleton en Ottawa, Canadá, encontraron que las personas que eran menos capaces de tolerar la incertidumbre experimentaban más ansiedad durante la pandemia de H1N1.Esas personas también eran menos propensas a creer que podían hacer cualquier cosa para protegerse.
Los cuidadores también pueden correr un riesgo especialmente alto de presentar síntomas emocionales durante una pandemia. Pueden experimentar:
- Aumento de la depresión y la ansiedad.
- Mayor preocupación por proteger a sus seres queridos
- Culpa por causar/no prevenir la enfermedad de un ser querido si se enferma
A su vez, los niños suelen adoptar las estrategias de afrontamiento que observan en sus padres. Los padres que se ponen ansiosos durante una pandemia pueden terminar siendo testigos de cómo sus hijos desarrollan ansiedad junto con ellos.
La alta ansiedad y los sentimientos de impotencia pueden alentar a algunas personas a adoptar remedios o métodos de prevención no probados. Algunos de estos métodos pueden ser perjudiciales tanto para los individuos como para la comunidad en su conjunto. Por lo tanto, es importante asegurarse de que cualquier acción que realice sea realmente útil.
Rumiación o aislamiento
Las reacciones personales al aumento de los miedos pueden diferir. Pero muchas personas experimentan una mayor reflexión sobre la posibilidad de enfermarse. También pueden modificar en gran medida su comportamiento cuando no está justificado hacerlo (p. ej., aislándose o preparándose para resultados catastróficos).
Las personas con ciertas vulnerabilidades pueden experimentar un aumento de la psicosis o la paranoia. Esto puede implicar una tendencia a incorporar hechos relacionados con el brote o como justificación de su pensamiento delirante.
¿Cómo reacciono?
Es posible que veas a las personas a tu alrededor entrar en pánico. Por otro lado, puede experimentar a aquellos que no parecen preocupados en absoluto cuando una pandemia está en aumento, seguros de que no los afectará. Es posible que sienta todo tipo de emociones, o tal vez esté confundido y no sepa cómo sentirse.
Respondiendo a lo desconocido
Las personas tienden a reaccionar de forma exagerada ante las amenazas desconocidas con la misma facilidad con la que reaccionan de forma insuficiente ante las amenazas familiares. Por ejemplo, aunque los accidentes automovilísticos son comunes, conducir o viajar en un automóvil probablemente no da miedo, ya que lo más probable es que lo haga con regularidad.
Del mismo modo, es posible que no tengas tanto miedo a la gripe. Después de todo, has sobrevivido hasta ahora venciendo la gripe o evitándola. Sin embargo, la influenza enferma hasta al 20% de la población en un año determinado y miles de personas mueren a causa de ella.
Pero la tasa de vacunación contra la gripe en los Estados Unidos suele ser inferior al 50 %; la mayoría de las personas simplemente no le temen. Lo contrario también es cierto; lo que sabemos menos es más probable que nos ponga nerviosos.
Es más probable que desarrolle una ansiedad grave en torno a lo que le resulta menos familiar. Esta es una de las razones por las que las pandemias del pasado, como el virus del Ébola y el virus del Zika, crearon un pico de ansiedad en la mayoría de las personas.
Ser bombardeado con noticias que hablan constantemente sobre el número de muertos e informes que enfatizan cuántos están enfermos puede hacer que las personas sobreestimen los riesgos que enfrentan al contraer la enfermedad. Sin embargo, las fuentes confiables de medios también pueden tener efectos positivos durante una pandemia.
Influencia de los medios
Una de las razones de esto puede provenir de la forma en que el cerebro responde a las nuevas amenazas. Un estudio de 2013 publicado en Más uno descubrió que la porción del cerebro de la amígdala (una parte del cerebro involucrada en el procesamiento de las respuestas emocionales) experimenta una mayor actividad cuando se enfrenta a amenazas desconocidas. Esto conduce a una mayor ansiedad. Sin embargo, la amígdala responde de manera diferente cuando se enfrenta a una amenaza familiar.
Los medios pueden alimentar la ansiedad al informar continuamente sobre la propagación de una enfermedad como el coronavirus. Sin embargo, cuando se utilizan adecuadamente, los medios de comunicación también pueden ser un aliado en la difusión de información útil.
Uso positivo vs. negativo de los medios
Durante la pandemia de influenza H1N1 de 2009, los medios de comunicación australianos y suecos informaron con precisión sobre los riesgos de contraer la enfermedad.
Sin embargo, los medios de comunicación suecos fueron más efectivos porque informaron sobre cómo los espectadores podían protegerse y reducir el riesgo de enfermarse. Admitieron abiertamente las incertidumbres sobre la epidemia, pero alentaron a las personas a vacunarse como una forma de ayudar a mantener seguros a otros miembros de la comunidad.
Los medios australianos, por otro lado, optaron en gran medida por centrar la mayor parte de su atención en informar sobre los errores de las agencias públicas durante el brote. Esto puede haber afectado negativamente la probabilidad de que los australianos sintieran la urgencia de salir corriendo y vacunarse.
Antes de la pandemia, Suecia y Australia tenían tasas de vacunación similares. Después del brote, la tasa de vacunación fue del 60 % en Suecia y del 18 % en Australia.
Como resultado, los investigadores descubrieron que los informes noticiosos pueden reducir el pánico en el público al recomendar acciones concretas y detalladas para que las personas las tomen. Este enfoque puede evitar que las personas reaccionen de forma exagerada o tomen medidas drásticas cuando surge una nueva amenaza.
Lo que esto significa para ti
Aprender sobre el brote de COVID-19 y tratar de descubrir cómo protegerse sin sentirse abrumado por la ansiedad puede ser difícil. Ser proactivo con respecto a su bienestar psicológico lo ayudará a manejar su salud física y mental durante estos tiempos de incertidumbre.
La información de este artículo está actualizada a la fecha indicada, lo que significa que puede haber información más reciente disponible cuando lea esto. Para obtener las actualizaciones más recientes sobre COVID-19, visite nuestra página de noticias sobre coronavirus.