Criar a un niño con trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) puede requerir mucha paciencia y comprensión por parte de los padres, pero ¿qué pasa con los hermanos? Tener un hermano o hermana con TDAH también puede ser todo un desafío.
Los niños pueden experimentar todo tipo de emociones al vivir con un hermano con TDAH. Pueden sentirse exasperados, frustrados y desconcertados por el comportamiento de sus hermanos. Los días en casa pueden parecer agotadores e impredecibles. Puede haber celos por toda la atención que recibe su hermano. Los comportamientos del TDAH pueden ser provocadores y agravantes.
Las batallas, las discusiones y las peleas pueden surgir rápidamente, ya que al hermano que no tiene TDAH le resulta cada vez más difícil mantener el autocontrol y resistirse a reaccionar de manera negativa. El hermano que no tiene TDAH puede resentirse porque se espera que se comporte y no se involucre en un comportamiento inapropiado. Puede sentir que su hermano tiene más oportunidades o más recompensas.
Algunos hermanos pueden incluso asumir demasiada responsabilidad, como hacer cosas adicionales por su hermano en un intento de ayudar y evitar conflictos y luego sentirse enojados y heridos cuando su hermano no corresponde o expresa aprecio. También pueden tratar de asumir el papel de «niño bueno», tratando de ser perfectos en todo, ¡un papel agotador y poco realista de asumir! En algunas familias, estos hermanos pueden terminar sintiéndose invisibles y sin importancia, retirándose de los demás e incapaces de pedir ayuda.
A continuación hay varios consejos para ayudar a su hijo sin TDAH a sobrellevar a su hermano con TDAH.
ayudar a los hermanos
- Programe un tiempo individual regular con su hijo que no tiene TDAH. Asegúrese de que este niño reciba la atención positiva y el cuidado que necesita.
- Hágale saber a este niño que usted comprende que puede ser difícil tratar con su hermano con TDAH cuando él (o ella) está teniendo dificultades para controlar los síntomas del TDAH. Dele a su hijo un lugar seguro para desahogarse y ser escuchado.
- Trabaje con el niño que no tiene TDAH para darle técnicas para tratar adecuadamente los comportamientos problemáticos del hermano con TDAH. Haga una lluvia de ideas, haga juegos de roles y practique estas estrategias de afrontamiento para que las respuestas comiencen a sentirse más automáticas y naturales para su hijo.
- Sea empático y comprensivo con su hijo sin TDAH cuando tenga problemas para lidiar con el hermano con TDAH. Comprenda que puede ser difícil para su hijo que no tiene TDAH resistirse a comportarse mal cuando su hermano con TDAH se involucra en comportamientos provocadores.
- Asegúrese de estructurar el hogar de manera amigable con el TDAH (con reglas y consecuencias claras de la casa, rutinas específicas, supervisión estricta, retroalimentación frecuente, muchos elogios, etc.). Esto ayuda a todos los niños y es una forma proactiva de ayudar a su hijo con TDAH a controlar los síntomas difíciles.