Desde cambios de humor hasta problemas escolares, todos los adolescentes tienen problemas. Pero a veces, la angustia de un adolescente puede llegar a un nivel en el que es importante buscar ayuda profesional.Sin embargo, la terapia ciertamente no necesita reservarse para eventos que alteran la vida o problemas graves de salud mental. Reunirse con un terapeuta puede evitar que problemas menores se conviertan en problemas mayores.
Si cree que su adolescente podría beneficiarse de hablar con un proveedor de salud mental, no dude en programar una cita con un profesional. Hable con su pediatra o programe una cita directamente con un terapeuta. A veces, incluso unas pocas sesiones de terapia pueden marcar una gran diferencia en el bienestar general de su adolescente.
Los adolescentes pueden beneficiarse de reunirse con un terapeuta para hablar sobre una variedad de temas, que van desde problemas de relación hasta preguntas sobre identidad sexual. Estas son algunas de las razones por las que los adolescentes van a terapia:
Depresión
Los trastornos del estado de ánimo a menudo comienzan durante la adolescencia. Y si no se trata, la depresión puede durar hasta la edad adulta. Si su adolescente parece irritable, triste y retraído, hable con su pediatra. Un diagnóstico preciso y una intervención temprana son componentes clave de un tratamiento eficaz.
Desórdenes de ansiedad
Si bien es normal que los adolescentes se preocupen a veces, algunos experimentan una ansiedad intensa. El trastorno de ansiedad puede interferir con muchos aspectos diferentes de la vida de un adolescente, incluidas las amistades y los estudios.
Ya sea que su hijo adolescente tenga dificultades para hablar frente a la clase o se preocupe constantemente de que sucedan cosas malas, la terapia podría ayudarlo a aprender a controlar sus síntomas.
Problemas de comportamiento
Las suspensiones de la escuela, las infracciones repetidas del toque de queda y el comportamiento agresivo pueden ser síntomas de problemas más serios. Un terapeuta podría ayudar a descubrir posibles problemas de salud mental, deficiencias en las habilidades o problemas sociales que pueden estar impulsando el comportamiento de su adolescente.
Problemas de abuso de sustancias
Desafortunadamente, las drogas y el alcohol pueden convertirse en problemas serios para los adolescentes. Un consejero de abuso de sustancias puede evaluar el uso de sustancias de su adolescente y ayudar a determinar el curso de tratamiento más apropiado. La terapia individual, la terapia grupal, la desintoxicación o el tratamiento residencial pueden ser opciones según la gravedad de los problemas del adolescente.
Estrés
Los adolescentes pueden estresarse. Ya sea por la presión de tener un buen desempeño en un examen o por las preocupaciones sobre qué hacer después de la escuela secundaria, el estrés puede tener un costo muy alto. La terapia puede ayudar a un adolescente a aprender habilidades para manejar el estrés con éxito, y eso es algo que les servirá durante toda su vida.
Asuntos Escolares y Sociales
Los acosadores, las malas calificaciones, las camarillas y los problemas relacionados con los maestros son solo algunos de los problemas sociales que experimentan muchos adolescentes. Los adolescentes a menudo no están seguros de dónde acudir en busca de ayuda.
La terapia puede brindar apoyo a los adolescentes y brindarles habilidades que los ayudarán a transitar la escuela secundaria con éxito.
Problemas legales
Robar, beber alcohol entre menores de edad o pelear son solo algunas de las razones por las que los adolescentes se meten en problemas con la ley. A veces, están obligados por la libertad condicional, o por sus padres, a recibir asesoramiento. La terapia puede ayudar a un adolescente a aprender cómo tomar decisiones más saludables para que se puedan prevenir más problemas legales.
Baja autoestima
Mientras que la mayoría de los adolescentes luchan con problemas de confianza en sí mismos en un momento u otro, algunos experimentan serios problemas de autoestima. Cuando esos problemas no se abordan, los adolescentes corren un mayor riesgo de problemas como el abuso de sustancias y el fracaso académico. La terapia puede ayudar a aumentar la autoestima de un adolescente.
Trauma
Ya sea una experiencia cercana a la muerte o una agresión sexual, los eventos traumáticos pueden tener un impacto de por vida en un adolescente.
La terapia puede aumentar la resiliencia y reducir el impacto que tiene el evento traumático en la vida de un adolescente.
La intervención temprana puede ser la clave para ayudar a un adolescente a recuperarse de circunstancias traumáticas.
Dolor
Los adolescentes enfrentan el duelo de manera un poco diferente que los adultos y la pérdida de un ser querido puede ser especialmente difícil durante la adolescencia. La terapia individual, familiar o grupal puede ayudar a los adolescentes a ordenar sus sentimientos y dar sentido a su pérdida.
Otras razones para buscar terapia
Los adolescentes no necesitan experimentar síntomas específicos de enfermedad mental para beneficiarse de la terapia. Algunas otras razones por las que los adolescentes podrían querer pensar en la psicoterapia incluyen:
- Un deseo de obtener una mayor conciencia de sí mismo.
- Un deseo de hablar sobre temas difíciles con personas que no sean amigos o familiares.
- Necesidad de hablar sobre sexualidad, orientación sexual o identidad de género.
- Autismo
- Lidiando con una discapacidad
- Dificultad para adaptarse a los cambios en la vida.
- Síntomas del trastorno alimentario, como alimentación restrictiva o atracones
- Sentimientos de soledad
- Problemas con el pensamiento negativo
- Relaciones románticas
- Autolesiones o conductas de riesgo
- Luchas con la identidad o la autoestima.
- Problemas para hacer frente a una condición de salud crónica
- Cuestiones derivadas de la discriminación racial o cultural
Una palabra de Psyathome
Si está cuestionando el tratamiento para su hijo adolescente, sea precavido y comuníquese con un profesional. Sin embargo, si su adolescente no está interesado en la terapia, no se preocupe. Muchos adolescentes dudan en hablar con alguien. Anime a su adolescente a probar la terapia durante algunas sesiones y luego, puede permitirle tomar la decisión de continuar. Si su adolescente se niega rotundamente a la terapia, puede ser usted quien hable con un terapeuta. Es posible que pueda obtener nuevas ideas y habilidades para ayudar a su adolescente a sobrellevar mejor la situación.